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DE NUESTRO SENOR JESUCRISTO. 353 detesta y aborrece, y reconoce la inocencia de Jesucristo. Le mira aunque oprimidos de oprobios, como á un rey cuyo poder se estien- de mas allá de la muerte, y le suplica, con un corazon penetrado de dolor por sus desórdenes, quese acuerde de él en su reino. Qué fe- licidad! Un Ladron se transforma en un instante por la sangre de Jesucristo en el primer apologista de su inocencia, en el primer confesor de su reino celestial, en el primer defensor de su fé, en el primer modelo de los que padecen con Cristo y por Cristo, y como en el primer mártir de la religion. Entonces el Salvador vol viendo hácia el buen Ladron su vista con aquella dulzura y mise- ricordia que produce en los pecadores el perdon y la paz, le dice: hoy serás conmigo en el Paraiso. Oh Dios de mi alma y de mi co- razon, Moriatur anima mea morte justorum, concededme en la hora de mi muerte los mismos sentimientos que a este pecador arrepen- tido, y oiga yo las mismas dulces palabras que él oyó en la cruz: Hodie mecum eris in Paradyso! Ved aquí, católicos, el octavo y último paso do la vida espiri- tual, morir crucificado con Cristo, morir en la cruz por Cristo; morir arrepentido de los pecados, morir en gracia, morir en e ejercicio de las virtudes, por haber muerto al mundo y sus place-= res, á la carne y sus apetitos, al demonio y sus tentaciones. No descansemos, carísimos oyentes, hasta conseguir esta felicidad que dichosamente completa nuestra peregrinacion sobre la tierra. Feli- ces nosotros si morimos con esta gracia final. Lofelices para siem- pre si ella nos falta. Pero qué escucho todavía sobre el Calvario? La última palabra de Jesucristo pronunciada en esta vida mortal : Consummatum est. Todo se ha consumado. Oh qué palabra tan misteriosa! Qué pala- bra tan llena de grandes verdades ! Escuchadla con el respeto mas profundo: Consummatum est. Todo se ha acabado. Oráculo divino, oráculo precioso que saliste de la moribunda boca de mi Dios, per- mite al deseo que me asiste de la salvacion de estas almas, que yo esplique algunos de tus venerables misterios. Consummatum est. El cielo ha cumplido sus promesas, el tiem- po de las figuras ha pasado: las sombras de la ley antigua han des- aparecido . todas las profecías se han verificado: cuanto estaba es- erilo del Mesías en el principio del gran libro de los decretos eler- nos queda fielmente ejecutado: los clamores de los patriarcas y de- mas justos han sido oidos, y la plenitud de los tiempos ha llegado. Consummatum est. Todo se ha acabado. La antigua ley queda 23