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318 SOBRE LA PASION algun alivio limpiando siquiera su ensangrentado rostro con vues- tras lágrimas, y animándole á padecer por la gloria de Dios y la redención del mundo; porque de verdad se halla debilitadísima y allijidisima su humanidad con los tormentos y oprobios que ha padecido, que está padeciendo, y que va inmediatamente á pade- cer. No os detengais, Madre amable... pero sí, deteneos , no os acerqueis, porque ha llegado el momento de mandarle los verdu- gos tender sobre la cruz : ha llegado el cruel momento de clavarle en ella á golpes cruelísimos de martillo, estirándole los brazos y piés con tanto furor que se le podrian contar todos los huesos. (6) No os acerqueis , Señora, dejad que se cumplan las divinas profe- cías. En ellas se nos anunciaba que sus manos y piés serian tala- drados cruelísimamente , y que el Señor seria inundado de opro- bios, que entregaria su vida á la muerte , y seria reputado por un malvado: que cargarian sobre él los pecados del mundo, y que rogaria por sus mismos perseguidores : que le darian á beber en su sed hiel y vinagre, y que le mirarian crucificado... Todos estos divinos oráculos, y otros muchos que hablaban de su pasion y muerte, y que nosotros vemos tan á la letra y menudamente veri- ficados: todos ellos los conocíais perfectamente, oh aflijidisima Madre de Jesus, y conforme en todo con la voluntad del Eterno Padre, le acompañabais con el afecto y padeciais en el alma por la compasion, los martirios que padecia en el cuerpo vuestro ama- do Hijo. Tanto debemos los hombres á Jesucristo y á su Madre. (1) Foderunt manus meas et pedes meos, dinameraverunt omnia ossa mea. (Psalm. XXI, v. 17 et 18.) Tradidit in mortem animam suam, et. cum sceleratis reputatus est: et ipse peccata multorum tulit, et pro transgressoribus rogabit, (Isai. e. LUT, y. 12.) Dederunt in escam meam fel, et in siti mea potaverunt me aceto. (Psalm. LXVITL, y. 22.) Dabit percutienti se maxillam, saturabitur opprobiis. (Jer. Tren: c. HI, v. 30.) A planta pedis usque ad verticem , nod est in eo sanitas. (Isai. ec. IT, v.6.) Corpus meum dedi percutientibus , et genas meas vellentibus. (Isai. €. L,.v. 6.) Quid sunt plage ista in medio manuum tuarum? Et dicet: His plagatus sum in domo eorum qui diligebant me. (Zachar. c. XI, v. 6.) Aspicient ad me, quem confizerunt. (Zachar. c. XUL v. 10.)