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DEL MANDATO, 323 quemadmodum ego feci vobis , ita el vos faciatis. Greeis vosotros esto? Creeis firmemente que el Hijo del Padre Eterno, el resplandor de la eterna luz, la sabiduria increada, el Dios verdadero de Dios verdadero bajó del cielo á la tierra para hacerse hombre, para vestir el traje de pecador y hacerse el menor de todos los hom- bres? Credis hoc? Creeis tan grande humildad en vuestro Dios, y sois soberbios, altivos é. iracundos? Creeis esta humildad en vuestro Dios, y confiais vanamente en vuestras fuerzas, y 0s esti- mais en mas de lo que sois, y quereis dominar á los demas, sin sujetaros á nadie? Credis hoc? Crecis que Dios no solo se hizo hombre, sino quese postró, se humilló, se anonadó á los piés del hombre, y de un hombre sacrilego, traidor, ingrato y apóstata, como lo.era Judas? Creeis esta asombrosa humildad de nuestro Dios; y lejos de humillaros a los menores, os levantais contra vues- tros mismos padres, desobedeceis á los magistrados, resistís á los superiores, contravenís á los mandatos de todos, y entre pleitos injustos, pendencias sin causa , venganzas premeditadas y odios inveterados, pasais felizmente la vida? De qué te sirve, hombre obstinado, la humildad de tu Dios, si eres soberbio? Exemplum enim dedi vobis. Yo os he dado, dice el Señor, ejemplo de humildad: el que me siga en esta virtud, será exaltado en mi gloria : el que me omite y persevere en su soberbia, será arrojado á los abismos y humillado á los piés de los demonios por toda la eternidad: Qui se exaltat, humiliabitur: et qui se humiliat, exaltabitur. (4) Y vosotros, hombres virtuosos, que teneis formado el justo concepto de vosotros, mismos : que estais persuadidos á que toda vuestra suficiencia viene de Dios: que no confiais en vuestras pro- pias fuerzas, ni apeteceis las alabanzas, las grandes riquezas , ni los primeros empleos: que vivís con gusto subordinados á todos, y os empleais alegremente en los ejercicios humildes; permitid que yo os pregunte lo que Jesucristo á San Pedro: Amas me? Ya que se- guís el ejemplo de aquel Señor que se humilló á sí mismo siendo obediente hasta la muerte de cruz, procurareis tambien amarle para agradecer el beneficio de haberos criado enmedio del cristia- nismo, y provisto de tantos medios como nos ofrece en su santa re ligion para obedecer a sus preceptos, confesar sus verdades, se- guir su doctrina, y recibir sus sacramentos? Le amais para mani- festaros agradecidos al beneficio de la rendecion, lleyando con pa - (1) Luc. ec. XIV. v, Il. Matth. c. XII. v. 12.

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