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DEL MANDATO. 319 que nos manifestais vuestra voluntad y vuestras obras, leo en ellos : que de tal manera amó Dios Padre á los hombres, que nos dió á su Hijo para que vivamos por él. (1) Estábamos muertos por la propagacion lastimosa de la primera culpa en que incurrimos todos, éramos hijos de ira por naturaleza, esclavos de Satanás, desterrados del cielo, y destinados para arder en el infierno como enemigos de vuestra adorable majestad por el pecado, y Dios, que es rico en misericordias, como nos dice San Pablo, por un esceso de aquella caridad con que nos ama, viéndonos muertos en nues- tros pecados, nos vivificó en Cristo Jesus, por cuya gracia nos sal- vamos : (2) leo en los santos libros que conviene, Jesus mio, que padezcais muchas cosas y seais reprobado de los ancianos y de los príncipes, de los sacerdotes y de los escribas, y que seais muer- to: (3) asi conviene para redimirnos y salvarnos , y por eso no 0s esceplúa de padecer vuestro Eterno Padre, antes él mismo es quien os entrega á la muerte por todos nosotros : (4) conviene para verilicar las profecías de Isaías, Jeremías, Michéas y Zacarías, que tan clara, distinta é individualmente hablaron de vuestra do- lorosísima Pasion, como si la hubieran visto con los ojos de su cuer- po. (5) Qué crédito se daria á sus vaiicinios, si tan á laletra, como (1) In hoc aparuit charitas Dei in nobis, quoniam filium suum unigenitum nisit Deus in mundum, ut vivamus per eum. Ep. I, Joan. GINA Sic enim Deus dilexit mundum , ut filium suum unigenitum daret. (Joan. c. HI, v. 16.) (2) - Deus autem , qui dives, est in misericordia, propter nimiam charitatem suam, qua dilexit nos, et cum essemus mortui peccatis, convivificavis nos in Christo, cujus gratia estis salvati. (Ad Ephes. c. H, y. 4) (3) Oportet filium hominis multa pati, et reprobari ú senioribus, et principibus Sacerdotum, et Scribis, et occidi. (Luca. c. IX, v. 22.) (4) Deus proprio filio suo non pepercit, sed pro nobis omnibus tra- didit illum. (Epistol. Paul. ad Rom. c. VIII, v. 32.) (5) A planta pedis usque ad verticem , non est in eo sanitas. ( Isai- ec ETA) Corpus meum dedi percutientibus , et genas meas vellentibus. (1d. c.L, v. 6.) Faciem meam non averte ab increpantibus et conspicientibus in me. (Ibid.) Non est specis ei, neque decor: et vidimus eum, et non erat as- pectus. (Isai. c. LIM, y. 2.)