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310 DEL MANDATO. la humildad de nuestro amable Redentor Jesus. (1) Vió el Hijo de Dios , dice el santo, que dos criaturas las mas preciosas , y las únicamente capaces de la vida eterna, se perdieron por querer serle semejantes. Cria el Señor los ángeles hermosísimos, espiri- tuales , libres , sábios y poderosísimos, y en breve tiempo Luzbel, en vez de humillarse delante de su Criador , adorar su majestad, temer su omnipotencia, obedecer sus disposiciones y amar su bondad, se revuelve con una arrogancia abominable contra Dios, y pretende serle semejante. Subiré , dijo el soberbio , subiré so- bre la altura de las nubes, y seré semejante al Altísimo. (2) Y ofendido el Sér Eterno de un delito tan escandaloso que habian imitado millones de otros ángeles rebeldes , los arroja á tudos los delincuentes desde el cielo hasta lo mas profundo del abismo, transformados en feísimos demonios. Cria tambien Dios al hombre ásu imágen y semejanza , lleno de gracia y de virtud , de sabidu- ría y poder , de inocencia y santidad ; le coloca en un paraiso de delicias puras , inocentes y sencillas, para que allí obedeciendo las dulces y suaves leyes del Señor , fuese el mas agradable obje- to de su amor, en compañía de su inocente esposa Eva, que su divina Majestad habia formado de una costilla de Adan; y envi- dioso el demonio de tanta dicha , les comunica el contagio que á él mismo le habia perdido : comen la fruta del árbol prohibido con el deseo de ser como Dios, y saber del bien y del mal, como la ser- piente astuta les propuso; (3) y ved ahi perdidos á Adan y Eva, desterrados del Paraiso, y sentenciados á una muerte temporal y eterna. Viendo el Hijo de Dios, sigue diciendo San Bernardo, que estas dos preciosas criaturas se le habian perdido por querer serle semejantes, dijo á su Eterno Padre: veo que el ángel y el hombre han delinquido por la soberbia; yo daré con mi humildad un re- medio superabundante á una tan grave enfermedad : yo bajaré al mundo , tomaré la naturaleza humana, me presentaré en forma de siervo , y me humillaré hasta el polvo , para que la humildad (1) Ecce inquit occasione mei creaturas suas Pater amisil... sed ecee venio et talem cis exhibeo meipsum , ut quisquis videre voluerit quisquis gustarit imitari ; fat ei amulatio ista in bonum. (S. Bern. Serm. 1. Adventus.) (2) Ascendam super altitudinem nubiam , similis ero Altissimo. Verumtamen ad infernum detraheris, in profundum laci. (Isai. €. XIV, v. 14 et 15.) (3) Evritis sicut dii, scientes bonum etmalum... (Gens. c. IU, v. 5.)