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308 DEL MANDATO. pero sin separarse de nosotros. Cómo es esto? direis llenos de espan- to y justa admiracion. Qué prodigio es este tan nuevo en el mundo, tan nunca oido en los siglos? No lo entiendo , hermanos mios, no lo comprendo. Auribus nostris audivimus, patres nostri annuntiaverunt nobis. (1) Asi lo oimos á la fé divina: asi nos lo enseñan todos los Santos Padres de la Iglesia. La fé nos dice que Dios está con nos- otros, y que habitará todos los dias en nuestra compañía hasta la consumacion de los siglos: Et ecce Ego vobiscum sum omnibus usque ad cosummationem seeculi. (2) La fé noz dice que su Majestad se apartó de nosotros, que subió á los cielos y está sentado á la dies- tra de Dios Padre Todopoderoso : Et Dominus quidem Jesus post- quam loquutus esteis, asumptus est in calum, el sedel a dextris Dei. (3) Esta fé divina se ha ido perpetuando en la santa Iglesia por los padres y concilios de todos los siglos. Esta verdad eterna aprendieron del mismo Jesucristo los apóstoles, cuando en la noche de la Cena le oyeron consagrar el pan y el vino, y decir con toda claridad y firmeza : este es mi cuerpo y esta es mi sangre. (4) Ins- truidos los apóstoles en esta verdad , la comunicaron á sus discípu- los y á todos los padres y santos doctores de la Iglesia, y estos nos la enseñaron á nosotros en toda su pureza. De suerte, hermanos mios, que creemos firme , constante é invariablemente la exislen- cia de Dios en todo lugar, y su particular presencia en el cielo empíreo y en nuestros altares en el adorable sacramento de la Eu- caristía. Por medio de este misterio venerable, cuya institucion nos recuerda hoy nuestra santa madre la Iglesia, gloriosamente confe- samos que sin dejar nuestro amable Jesus de ausentarse, se quedó tambien con nosotros. Está en el cielo, y acá en la tierra le toca- mos, le comemos, y si me es permitido usar de las palabras de San Juan Crisóstomo , engordamos con él: Ecce enim vides ; ipsum tangis, ipsum manducas..... el ipse nos proprio sanguine pascal, et (1) Psal. XLIII, y. 1. (2) - Matth. c. XXVIII, v. 20. (3) Marc. c. XVI, v. 19. (4) Comantibus autem eis accepit Jesus panem, et benedixit at fregit, deditque discipulis suis, et ait : Accipite , et comedite: hoc est corpus meum. Et accipiens calicem gratias egit, et dedit illis, dicens; Bibite ex hoc omnes. Hic est enim sanguis meus novi testamenti, qui pro mulctis effundetur in remissionem peccatorum. (Matth. c. XXVI, y. 26,27, 28.)