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DE UNA RELIGION: REVELADA. 19 ligion. Si hay un Dios, es. menester concebir un poder sobre el hombre que es criatura de este Dios , de quien esencialmente de- pende en el sér, en el existir y en el obrar. Dios le crió para algun fin, y este no puede ser otro que el mismo Dios, porque él es fin esencial de todas sus obras. De este dominio soberano de Dios, y de esta esencial dependencia del hombre, dimana en este la oblt- gacion de dirijir á aquel su corazon y sus obras, su alma y su cuerpo , pueslo uno y lo otro lo ha recibido de su magnífico y omnipotente bienhechor. Luego si el hombre no dá culto á Dios, es evidentemente cierto que hace vana é ilusoria su dependencia, pues que en ninguna funcion interna ni esterna la manifiesta: es evidentemente verdadero que entonces se sustrae de la indispen= sable obligacion que tiene de recurrir á Dios con algun culto y ho- menaje en señal de su dependencia : Dios, en cualidad de Criador, tiene un derecho innegable á la sumision, al reconocimiento, á la confianza, á los respetos y al amor de su criatura: nada bay mas natural, mas justo y razonable, que el que exija un culto y una confesion de esta dependencia. El hombre , como criatura ra- cional , vé y reconoce necesariamente en Dios, el autor de su sér, el árbitro de sus destinos, su bienhechor y. su padre: puede el entendimiento humano concebir una idea mas natural y mas justa que dar un culto de adoracion al autor de su sér de quien depen- de, al árbitro de sus destinos por su interés, á su bienhechor por reconocimiento , y ásu padre por amor? Las relaciones de Dios con el hombre y del hombre con Dios, son los ilustres títulos que nos imponen la obligacion de un culto, y dan razon de las inslitu- ciones religiosas, cuales son los sacrificios , las oraciones, los cán- ticos sagrados, las divinas alabanzas y los sentimientos de reco- nocimiento y amor que dirijimos al Omnipotente. Aqui aparece ya la necesidad del culto interior y esterior con que confesamos nuestra dependencia y la soberanía de Dios. El culto:interior porque el hombre tiene un corazon y una alma es- piritual, y la adoracion, el amor, la. confianza, la invocación, el reconocimiento , que constituyen el verdadero culto, dimanan de] corazon y el espíritu; y el culto esterior, porque sostiene, alimen- ta y manifiesta el culto interior, y porque es justo que la parte material del hombre, su cuerpo y sus sentidos contribuyan á glo- rificar á su Criador. He dicho con advertencia que el culto esterior sostenia y alimentaba el culto interior, porque el hombre tiene necesidad de fijarse y variarse por los objetos sensibles..Resultaria
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