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296 SOBRE LA NEGACIÓN nos. Fué un llanto contínuo , un llanto perpétuo, un llanto que le duró hasta la muerte. Plorans ploravit ín nocte, el lacryme ejus nm; mazrillis ejus, (4) podemos decir del santo con toda verdad. Vos- otros bien podreis mirarle despues como un hombre prodigioso; un espanto de los judíos y un asombro de los gentiles ; podreis verle dando vista á los ciegos , oido á los sordos, movimiento á los bal- dados, habla á los mudos y vida á los muertos: le admirareis dar salud con solo su sombra á todos los enfermos : os causará admira- cion el verle con un poder asombroso abatir los soberbios, confun- dir Jos obstinados , castigar á los mentirosos, á los hipócritas y si- moniacos, y levar la luz del Evangelio á la Capadocia, Asia y Bi- tinta : poner su silla episcopal en Antioquía , trasladarla despues á Roma para convertir esta metrópoli del mundo de maestra del er- ror en discipula de la verdad, en centro de fé y madre de la re- ligion: en suma, vosotros le podreis considerar como un hombre estraordinario, maravilloso, admirable: pero siempre le vereis humilde, siempre penitente, siempre llorando su pecado: £l egres- sus foras, flevit amare. Con cuánta razon al parecer podríamos decir ahora á4-San Pe- dro las palabras del profeta Jeremías en el capitulo treinta y uno: Quiescal voz tua a ploratu, el oculi tui a lacrymis , quia est merces operi tuo. Descarsad ya , oh bienaventurado apósto!, de tantos sus» piros, y poned término á vuestras lágrimas, pues ya Jesus os há mirado con misericordia, os ha perdonado vuestros pecados; y aun en este mundo quiere daros algun premio correspondiente á vuestro amor Sois la cabeza visible de la Iglesia despues de la muerte de su fundador Jesus: vuestra silla es aquel centro de uniz dad, á donde miran y con quien comunican en la fé y en la doc= trina cuantos individuos tiene el cristianismo desde el Oriente al Occidente y desde el Septentrion al Mediodía : vuestra barca es el asilo de cuantos no quieren naufragar en el mar tempéstuoso de este mundo : á ella corren los poderosos , los sábios , los principes, los reyes y los emperadores mas grandes, porque todos saben que fuera de ella pereceran infelicisimamente: por mas que las borrás- cas se aumenten , por mas que los vientos encontrados y furiosos la,combatan , por.mas que las olas de contradicciones la impelan, ella no zozobrará, no naufragará, sino que-á la manera del Arca de Noé, navegará segura, tranquila-y majestuosamente sobre-las (1) Jerem. in Lament. e. 1, y. 2.
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