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2638 SOBRE LOS DOLORES humano, crucificado y muerto en ella á la vista de un pueblo in2 menso que le insulta , le blasfema, le azota le corona de espinas y le quita la vida, y una Virgen purísima , humildísima , perfectísi- ma Madre de aquel Jesus, Dios y hombre verdadero, que presen cia la muerte de su Hijo. Ved ahí tres misterios adorables que en- cierran aquellas breves palabras, que ni los ángeles pueden .ente- ramente entender, ni los hombres debidamente esplicar: -Stabaf justa crucem Jesu Mater ejus. Mas há de mil y ochocientos años que han empleado sus talentos en descifrarlas los Santos Padres y doc= tores de la Iglesia. Los Crisóstomos , Damascenos, Gerónimos, Ber. nardos y Buenaventuras se emplearon gloriosamente en este asun- to: hablaron, predicaron , escribieron , agotaron, digámoslo así» aquel abundante raudal de sabiduría con que los habia enriqueci- do:el cielo, y.al fin nos dejaron estas palabras tan llenas de miste- rios como cuándo las pronunció el amado Evangelista: Stabat jua- ta crucem Jesu-Mater ejus. Qué podré yo decir en vista de esto fal- tándome Ja elocuencia de San Crisóstomo , la dulzura de San Ber- nardo, el amor de San Buenaventura , y distando tanto de su vir- tud y santidad? Ay! No seria mejor retirarnos á meditar: en silen- cio los adorables misterios de este santo tiempo, que degradar su majestad y grandeza con nuestras desproporcionadas espresiones? Sí esto, que parece mejor, nos fuera permitido, no balancearia mi espíritu un momento en tomar este partido; pero cómo podrá el Ministro de la divina palabra negarla á los fieles en estos dias en que tanto la han menester? Hablemos de los dolores de la Virgen firmemente convencidos de nuestra debilidad. Digamos que ellos fueron contínuos, universales y vehementes , y que esta duracion; universalidad é intension la compelian:á esclamar : Oh vos omnes; qui transitis- per viam, etc. E: Cuando no concediésemos á María Santísima otro amor para con-Jesucristo que el que tienen todas las madres á sus hijos , esto solo bastaria para atorméntarla imponderablemente. Ellas sufren los trabajos mas penosos, vencen las dificultades mas graves, pier- den gustosas el sueño por las noches, el sosiego por el dia, sudan, se afanan y fatigan , y todo lo hacen de un:modo que asombra. por elamor que les tienen; pero si los ven padecer, - si saben que es; tán pard morir nada es capaz de detenerlas ni consolarlas. Mr=; rostranlos peligros mas inminentes, atraviesan los valles mas pro-), buados ,> saltan «por los riscos mas elevados , se faligan en los.eas: minos mas penosos por traer alguna medicina á su - hijo, por da