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Y LA DUREZA DEL CORAZON: 231 versaciones, la familiaridad y las inmodestias de: otras jóvenes sin honor, sin recato y sin verguenza? Oh Dios, y qué poco caso se bace entre los cristianos de estas cosas! Repútanse por venialida-' des, bagatelas y niñerías, pero estos juguetes y bagatelas son á veces principio de una suma infelicidad. Preguntad á cuantas veis por esas calles hechas el escándalo del cristianismo, mónstruos de: vanidad y de torpeza, verguenza: de sus parientes y ruina de' su casa, que son las primeras á cuantas invenciones diabólicas ha in- troducido Satanás para perder lasalmas: preguntadlas, digo, quién las ha reducido á tan infeliz estado, que ni aun le llegan á conocer parasu remedio? Y advertireis queuna. vista inconsiderada , Un convite, un' encuentro casual, una conversacion inmodesta, un cuento, un cantar ó un juego lascivo fué:el principio de tanto mal! Preguntad á cuantas almas se hallan ya embriagadas del vicio de la: lujuria, endurecidos como piedras sus corazones, hechiasinsen- sibles á cuantos golpes descargan sobre:ellas los predicadores, los confesores y el mismo: Dios: preguntad, quién las redujo á: tanta desdicha? Y hallareis que no hubo:otro principio que un poco delí- bertad que las dieron sus padres, un deseo de parecer bien y de agradar á los hombres. Y despues detan funestas esperiencias; se tienen por venialidades tales.cosas que:causan la perdicion de'tan- tas. almas, se desprecian como escrúpulos y menudencias de que no se debe hacer caso alguno? Y aun se admiten y buscan con el especioso pretesto de conocer el mundo, de saber vivir alegres, de. ser unas prácticas recibidas y modelos: de buena crianza? Bello uso y políticas del buen gusto! Oh. católicos !: Oh padres: de fami- lia, entended bien que este:es el principio de vuestra perdicion y la de vuestros hijos? De aqui procede el desarreglo: de costumbres y el desconciertode la vida. Aquella doncellita hubiera sido siempre casta, honesta y virtuosa,si su madre en aquel infeliz dia no-la hu- biera llevado al baile, al paseo, á la: comedia: alli recibió su corazon las primeras instrucciones para la maldad: allí advirtió la accion, el chiste, miró la moda, que despues produjeron en su corazon los deseos de parecer bien, de tratar con los hombres y de conversar con ellos. Con la vista, conversacion y trato perdió poeo á poco el rubor, el recato , el encogimiento: hízose de la cofradía de las ale- gres, marciales, juguetonas y desahogadas: de aqui al pecado mas enorme no hay mas que presentarse la ocasion; y una vez cometido ya está aquella: alma en en el estremo peligro, porqúe aunque al principio con el temor del castigo deje el pecado y esti-.

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