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12 SOBRE LA EXISTANCIA DE DIOS. tierra árida y seca se encenderá y arderá toda hasta consumirse las materias inflamables. Estas materias inflamables consumidas despues de millares de siglos , volverá á aparecer la tierra opaca y llena de sombras, y absorviendo los vapores y humedades del yacío inmenso, se llenará de agua como la esponja, y se mostrará otra vez cubierta de agua , pasando la tierra á ser Océano, des- pues á tierra, luego á sol, y á.este modo se irán transformando los planetas , las estrellas, el sol y demas cuerpos celestes, pasan= do de cuerpos luminosos á oscuros, de húmedos á secos, y vol- viendo en la inmensa sucesion de los siglos, los cuerpos secos y 0s- curos , áser húmedos y luminosos. La creacion de los hombres y los brutos no deben su existencia á un Dios criador , sino á la materia eterna que por su virtud vi- vificante los ha formado y animado, dándoles la propiedad de mul- tiplicarse y reproducirse. Todos, dice, salieron del agua: los hom-= bres y los animales terrestres, segun este autor, son una especie de peces, que se quedaron en seco cuando las aguas que cubrian la tierra se fueron disminuyendo : entonces aparecieron los hom- bres, los toros ,los caballos, los elefantes , los leones , los came- llos, las liebres, los perros y los demas animales que vemos. To- dos precisamente perecerán cuando la tierra arda y se abrase; convertida en sol: luego despues de millones de siglos volverán á nadar como animales acuáticos, cuando la tierra, que se habia transformado en sol, cese de arder, vuelva á humedecerse y con- vertirse en agua, y asi sucesivamente para siempre. Reimos ó lloramos al escuchar una imaginacion tan destemplada y sin freno? Un juicio tan torcido y tan falso? Una ignorancia tan profunda de la fisica? Podríamos mejor demostrar la existencia de Dios, que refiriendo los despropósitos que necesariamente profieren los in- sensatos que en su corazon, en sus palabras ó en sus escritos la niegan? Corrupti sunt, et abominabiles facti sunt in studiis suis. Ello es un problema : si la religion es mas respetable y augusta por el carácter de luz y de verdad que encierra en sí misma, ó por las estravagancias y delirios que la ciega impiedad le sustituye cuan= do trata de oponérsele. Lo cierto es, que en este asunto no se puede demoler ni destruir con una mano, sin edificar y sostener con otra. No se puede destruir la existencia de un Dios, sin caer en el absurdo de hacer eterna la criatura. No se puede. negar la espiritualidad é inmortalidad del alma del hombre, sino probando que la materia es capaz de las mas sublimes inteligencias. Es im-