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222 SOBRE LA UBLIGACIÓN DE AMAR el Criador ni en las criaturas, en la vida ni en la muerte. Aflijido en ella de los dolores de la última enfermedad, atormentado de los ra- biosos remordimientos de su conciencia , y horrorizado con la cer- cania de los braseros eternos, acudirá á los ministros de la Iglesia. Peroay! lossacerdotes, aunque revestidos de una autoridad divina, le responderán * no hay perdon, si no perdonas: no hay miseri- cordía para quien no la usa con sus prójimos. Judicium sine miseri- cordia, lli qui non fecit misericordiam. Clamará el cielo viéndose sin recurso en la tierra; pero Jesucristo le responderá : juicio sin misericordia para quien la niega á sus hermanos. Señor, dirá el infeliz, que yo estoy inocente, mi contrario es el culpado : yo soy mas anciano, que venga él y se sujete. Mas anciano soy yo , pues soy eterno, replicará Jesucristo: mas inocente soy yo, pues soy la suma inocencia, y sin embargo te llamo primero, te convido con mi gracia, te ofrezco mi gloria; y pues no quieres obedecerme ni imitarme, llevarás un juicio sin misericordia, porque no la quieres usar con tus enemigos. Judicium sine misericordia , ¡Uli qui non fe- cil misericordiam. Señor, que era un ingrato, que ba correspondi- do con injurias á los beneficios que le he hecho. Mas ingrato eres tá á los innumerables beneficios de la creación, de' la redención. de la conservacion de la vida , del cuerpo y del alma, y de la ha- cienda, de la salud , de las riquezas , de los empleos , de los sacra- mentos, de las gracias, de las inspiraciones, y de tantos otros fa- vores que te he hecho, dirá Jesucristo, y no obstante una ingráa- titud tan enorme , estoy con los brazos abiertos convidándote con mi amistad. Judicium sine misericordia, ¡li qui non fecit misericor- diam. Señor , lo que yo pretendo es que se haga justicia, porque su injuria ha sido may atroz y manifiesta. Tampoco yo pretendo otra cosa, responderá el Señor, sino que se haga justicia de tus hurtos, de tus murmuraciones, de tus calumnias, de tus fraudes» de tus impurezas, de tus desobediencias á tus padres, á tus gefes” á tus magistrados. de tus soberbias. de tus envidias y de tus ven- ganzas; y asi, juicio sin misericordia á los que la niegan á sus prójimos. Judicium sine misericordia, illi qui non fecitmisericordiam. Señor, yo no le quiero mal; pero que él se esté en su casa, y yO en la mia. Pues bien, replicará Jesucristo, eso mismo te digo yo- Yo no te quiero mal, porque nada aborrezco de cuanto he criado; pero tú.estate en. tu casa , que es el infierno merecido por lus pe- cados, y .yo.me estaré en la mia, que es el cielo , en compañía de los ángeles y santos y de todos los hombres caritativos que por mi