BCCSAL000549-A-09000000000000

Á LOS ENEMIGOS. 9221 inocentes de sus enemigos. No serian mas atormentados en su cuerpo de una vibora que llevasen en su seno, que lo son en su eo - razon por las representaciones continuas de las ofensas que se les figura haberles hecho sus enemigos. Ni duermen con sosiego, ni comen con gusto, ni se pasean con un placer inocente. Sus negras imaginaciones devoran su aflijido corazon, y le hacen esperimentar á todas horas los tormentos mas insufribles. Qué vida esta, amados oyentes mios, tan indigna de un hombre de bien, de un ciudadano honrado y de un cristiano virtuoso y caritativo! Pero cómo puede ser otra la de aquel infeliz enemistado que pronuncia contra sí mismo tantos anatemas, cuantas son las veces que repite la oracion del Padre nuestro ? Mirad lo que haceis, hom- bres, les dice el padre San Agustin : reflexionad lo que decís : Yi- de quid dicas: Quomodo ego dimilto , et. tu mihi dimite. (4) Adver— lid, dice el santo, que haceis un pacto con Dios y le poneis la con- dicion de que os perdone á vosotros del mismo modo que vosotros perdonais á vuestros enemigos: no os engañeis á vosotros mismos, pues á Dios no le podeis engañar: si de corazon no perdonais á vuestros enemigos: si no los quereis ver ni oir: si no los amais de Corazon por amor de Jesucristo, pedís ciertamente á Dios que no Os perdone , que os aborrezca, que os arroje de sí, y que os cas- tigue vuestros pecados con todo el rigor de su terribilísima justi- cia. (2) En vuestro poder está, dice el mismo santo, la sentencia favorable ó adversa del juicio de vuestro Dios. Si perdonais, sereis perdonados: si no perdonais, no espereis el perdon de vuestro Pa- dre celestial. Porque, con qué cara podreis pedir el perdun de vuestros pecados en el tribunal de Jesucristo, cuando rehusais conceder el perdon de las injurias recibidas, mandándooslo espre- samente Jesucristo ? (3) No, carísimos hermanos , no lo dudemos. No hay perdon para los rencorosos en el cielo ni en la tierra, en (1) $. August. Serm. XX VIIL, de verb. Domin. (2) Pactum cum Deo fecimus, et conditionem solvendi debita subs- cripsimus in cautione. Dimitti nobis plena fiducia petimus; si et nos dimiltimus : si auten non dimittimus , dimátti nobis peccata non pute- mus, neque nos ipsos fallamus. (S. August. homil. XL ex L.) (3) Si dimiseritis, dimittet vobis: si non dimiseritis, nec pater vester dimiltet. In potestale nostra positum est , qualiter in die judicit judicemur. Unde nescio qua fronte indulgentiam peccatorum suorum ante tribunal Christi obtinere poterit, qui, Deo precipiente, inimici, veníam dare non acguiescit. (S. August. serm. LXI de tempore.)

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz