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Á LOS- ENEMIGOS. 219 los bienes que poseemos, ni allijir nuestro cuerpo con ayunos., sis licios ni disciplinas? Puede esto comprenderse ? Pero demos con el padre San Agustin que hubiera algun trabajo en amar á los ene- migos, quién será tan insensato que no arrostre ese pequeño tra- bajo por el premio de un reino eterno , cuando se padecen otros in- finitamente mayores por cosas muy inferiores á un reino temporal? Si magnus labor est diligere inimicos, magnum est premiun in futu- ro. (1) Cuando hubiera que violentar nuestra naturaleza Corrompi- da por el pecado para hacer bien á los que nos aborrecen, por qué no tenemos presente queel reino de los cielos padece violencia y que los que se vencen, los que se hacen fuerza y mortifican por amor de Jesucristo lo arrebatan? (2) No merecerá la adquisicion del cielo, la compañía de los santos la vista eterna de María Santí- sima y la posesion de Dios, el pequeño sacrificio de nuestros re- sentimientos? El perdon de nuestros pecados se nos ofrece si per- donamos: la paz. del alma se consigue si perdonamos: la bienaven- turanza eterna se alcanza si perdonamos; y seremos tan insensatos, tan temerarios y tan obstinados en nuestro pecado, que todo lo abandonemos por una vida infeliz, inquieta y turbulenta, por una muerte pésima y poruna condenacion ciertísima ? Ob locura ! Ob frenesí digno de llorarse con lágrimas de sangre! Pero este es ca- balmente el castigo que sufrirá el rencoroso. EL CASTIGO. Siendo una verdad de fé, intimada por el sacrosanto Evangelio, que los misericordiosos alcanzarán misericordia, se sigue indispu-= tablemente por una razon clara y demostrativa que los rencorosos» los que no perdonan los agravios recibidos, los que no usan mise= ricordias con los que los agraviaron, no alcanzarán el perdon de sus pecados, no hallarán misericordia en Dios, y serán para siem- pre escluidos de la gloria. (3) La vara con que midiéremos á nues- tros prójimos será la regla con que Dios nos medirá; y no habien- (1) S. August, tract. de rectit. Cathol. controv. (2) - Regnum celorum vim- patitur, et. violenti rapiunt illud. (Matth. c. XI, y. 12.) (3) Beati misericordes : quoniam ipsi misericordiam consecuentur- (Matt: c. V,.v. 7.) ! i 1Ñ Sen

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