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210 SOBRE LA OBLIGACION DE AMAR traño, el nacional, el estranjero, el pobre, el rico, el sábio, el ignorante, el bueno, el malo, el pecador y el justo; en suma, to- do bombre , aunque nos haya perjudicado en la hacienda, mancha- do la honra, ó atentado contra nuestra propia vida: el enemigo mas cruel, el mas ingrato á los beneficios y favores recibidos de nosotros : Usque ad inimicos dilectio proximi porrecta est , decia el padre San Agustin. (4) Esta es la perfeccion de los cristianos : este el precepto del Evangelio : esta la ley intimada por Jesucristo : el amar á los amigos es de todas naciones del mundo, decia Tertu- liano; pero el amar á los enemigos es de solos los cristianos. (2) La naturaleza misma nos enseña á amar á los que nos aman : sola la caridad es la que nos dicta amar á los que nos aborrecen. Je- sucristo, instruyendo en la perfeccion de su doctrina á sus disci- pulos, les decia: Si diligitis eos qui vos diligunt, quam mercedem habebitis? None , et ethnici hos faciunt? Si solamente quereis bien á los que bien os quieren, qué premio podreis esperar por eso? Acaso los gentiles no lo hacen asi? Ciertamente, hermanos mios, los turcos, los chinos, Jos tártaros, los hotentotes , los patagones, y otras gentes bárbaras de América , Africa, Asia y Europa, aman á quien los ama: aman á quien les hace bien, á quien los socorre y favorece. None,et ethnici hoc faciunt? El precepto del Señor pasa mas adelante, y perfeccionando con su divina gracia los pre- ceptos de la naturaleza, llega á mandar la benevolencia, la benig- nidad y el amor , no solo con los amigos, sino tambien con los ene— migos. Sí, señores. Dios lo manda. Este es el precepto de vuestro Dios: Ego autem dico vobis: diligite inimicos vestros. Antigua- mente habia cundido en el mundo, dice el Señor, esta máxima errónea y perniciosa: amarás á tu amigo, y aborrecerás á tu ene- migo ; pero yo os digo que ameis á vuestros enemigos: que hagais bien á los que os aborrecen: que oreis por los que os persiguen y calumnian. Benefacite his qui oderunt vos, et orate pro persequen- tibus, et calumniantibus vos. Instruido el grande apóstol San Pablo en esta doctrina de Jesucristo clamaba á los romanos, y les decia: no yolvais mal por mal: no maldigais á los que os maldicen; sino por el contrario, bendecidlos, favorecedlos , hacedlos bien, pues (0 $. August. lib. L, de Doctr. Christ. (2). Amicos diligere omnium est; inimicos, solorum christianorión. (Tertul. ad Seap. e. 1.)
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