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182 DE LOS PADRES DE FAMILIA á ellas toda la vida, quedaban en buen estado para sus hijas y sus nietas; y ahora cuánto duran ? Si llegan á dos ó tres meses, ya es cosa antigua, ya nadie los usa, ya hay otras modas mas del dia y mas recientes. Y de aquí, qué es lo que se sigue? Ay tristes! Vos- otras no lo reflexionais. Ademas de la depravacion de las costum- bres, que es lo mas sensible , se sigue tambien la pobreza y ruina de la nacion, que es cosa harto dolorosa. Las telas nacionales no se consumen, las fábricas se deterioran, la industria se adormece. y los reinos estranjeros se lleyan los caudales de la nacion, deján- donos arruinados. Acordaos cuando en Toledo, en tiempo de los reyes Católicos, abia cuatro mil telares de finísimas sedas y bro” cados, que buscaban, compraban y esportaban á sus patrias los estranjeros. Acordaos de su famosa fábrica de bonetería, cuyos de- rechos producian á la real Hacienda catorce millones de reales, Qué asombro! Cuántos millones de bonetes encarnados , tan ape- tecidos en el imperio de los turcos, en todas las costas berberiscas y en nuestra marinería, seria menester hacer, vendiéndose cada uno, como se vendia, á cinco reales y medio, para producir unos derechos tan enormemente grandes? Pues todos se trabajaban en Toledo y en sus inmediaciones , como podeis verlo en los reglamen- tos de aquellos reyes y del emperador Cárlos Y, que con la mayor menudencia hablan del córte de la lana, de sus labores, de su tinte y de todas las demas maniobras que intervenian y debian interve- nir, para que no decayese una industria tan ventajosa á la nacion, tan útil al erario y tan envidiada de los reinos estranjeros. Qué se ha hecho este ramo de industria tan estupendo, que enriquecia á España, daba ocupacion á millares de brazos, mantenia innumera- bles familias, desterraba la ociosidad y promovia las virtudes con un honesto trabajo? Es menester decirlo con espanto y con lágrimas inconsolables — hasta la memoria de su existencia ha desaparecido. Pues acordaos siquiera de las catorce mil piezas de paño riquísimo de Segovia que se vendian cada año en la famosa feria de Medina del Campo. Tened presente tambien... pero para que será aflijir- NOS con nuestras antiguas felicidades? Cuánta industria entonces en España ! Cuántos brazos útilmente ocupados que la enriquecian! Cuánto comercio activo, que es el que hace forecientes los esta- dos , asi como el pasivo empobrece, debilita y arruina las provin- cias! Qué vemos en nuestros dias? Preguntádselo á las fábicas de Leon, Avila, Bejar, Baldemoro, San Fernando, Guadalajara, la Granja y otras. Producen siquiera lo bastante para cubrir el coste
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