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180 DE LOS PADRES DE FAMLLIA. TERCERA PARTE. Si toda la obligacion de los padres de familia se redujese á ins- truir con palabras y correjir con castigos á sus hijos, casi estoy por asegurar que habria muchos padres y madres que cumpliesen con su obligacion. Efectivamente, apenas vemos cosa mas frecuen. te que madres transformadas en importunas é imprudentes predi- cadoras de sus hijas, y padres rabiosamente irritados castigando las menores travesuras de sus hijos. Mal modo de instruirlos: mal método de castigarlos ; pues sin prudencia y sin oportunidad, nada aprovecha. Mas al fin ya vemos instrucciones y castigos, bien ó mal administrados. Lo que mas deseamos , y lo que mas falta nos hace , son los ejemplos. Es cierto que las palabras instruyen, las lecciones convencen y los castigos atemorizan y contienen, pero los ejemplos son los que atraen el corazon , los que le mueven y sanan; porque es mas eficaz lo que se vé que lo que se oye, dice el padre San Gerónimo. (1) El ejemplo es un idioma mudo que persuade sin pensarlo, que penetra el alma y la convence suave y fuertemente. Las obras, decia San Agustin, ejercen sobre los co- razones una fuerza superior á la de las palabras; y siendo esta una verdad generalmente recibida de todos, tiene una aplicacion muy particular á los hijos, por tener siempre á la vista la conducta de sus padres. Esto fué sin duda lo que movió á San Gerónimo para escribir á una señora romana, la virtuosa Leta, que pusiese un di- ligente cuidado en todo cuanto practicase ella y su marido delante de su hija. No vea en vos , la decia el santo, ni en toda vuestra conducta, cosa alguna en que peque al imitarla; y tened muy pre- sente vos y vuestro esposo que debeis doctrinarla mas con el ejem- plo que con las palabras. Vihil in te, ef patre suo videat , quod si fecerit, peccet. (2) Admirable sentencia, que con una voz de trueno quisiera yo dejar eternamente zrabada en vuestros corazones ! Por- que en hecho de verdad, hermanos mios, si con vuestros malos ejemplos destruís lu que pretendeis edificar con vuestras palabras, de qué podrán servir vuestras continuas instrucciones? Si el padre jura, si la madre maldice: si el padre es un bebedor, un aragan, (1) Efficacius est testimonium vite, quam lingue. (Ep. ad Latam.) (2) 1d. sanctus, in ead. (Epist. ad Latam.)
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