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176 DE LOS PADRES DE FAMILIA. Bernardo, los testigos de las acciones de sus hijos y los maes- tros de sus costumbres! (1) SEGUNDA PARTE. Mas yo quisiera concederos, amados oyentes mios, que en nada tenga vuestro corazon que reprenderos en esta parte, y que sea la indocilidad y perverso natural de vuestros hijos lo que les haya impedido aprovecharse de la sabiduría de vuestras lecciones; pero en este caso debeis emplear la correccion, y castigarles sus vicios y sus desórdenes. El Espiritu Santo enseña esta doctrina cuando nos dice en las divinas Escrituras : El que omite el castigo, aborrece á su hijo; pero el que le ama no cesa de corregirle. (2) En ellas dice el Señor: En el corazon de los muchachos están ren- nidas la ignorancia y la necedad: pero la vara de la disciplina las desterrará. (3) En ellas mismas vuelve á repetir su divina Majes- tad: La vara y la correccion enseñan la sabiduría á las muchachos; pero aquellos á quienes se permita seguir su propia voluntad con- funden á su madre. (4) Castiga á tu hijo, dice en otra parte el Se- ñor, y librarás su alma del infierno. (5) Contra esta verdad , tantas veces repetidas en los santos libros , se puede faltar de dos mane- ras: La una, castigando á los hijos con esceso de rigor: la otra, por demasiada blandura. Contra la primera clama el apóstol San Pablo escribiendo á: los de Efeso: Vosotros, padres de familia , les dice, no querais pro- vocar á ira , á enojo ó desesperación á vuestros hijos con el demaz siado rigor; sino instruidlos, educadlos, corregidlos segun la dis- ciplina del Señor : con caridad, con prudencia, con oportunidad y mansedumbre. Ellos saldrán entonces de un ánimo apocado, co- barde, afeminado y sin provecho, si los castigais con furor, colé- (1) Eos et magistros vita habent,' et testos. (S. Bern. de Ordin. vi- te,.c. MI) (2) Qui parcit virge, odit filium suum ; quí autem diligit illum. tentanter erudit. (Proverb. c. XUL, y. 24.) (3). Stultia colligata est in corde pueri , el virga discipline fugabit «am, (Proverb. c. XXIL, y. 15.) (4) Virga , atque correptio tribuit sapientiam : puer autem, qui dimillitur voluntati sua, confundit matrem suam. (Id. e. XXIX, v. 15.) (5) Tu virgo percuties eum ; el animan ejus de inferno liberabis. (ld. e. XXI, v. 14.)
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