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' 162 CONTRA -LAS CAUSAS DE LA INCREDULIDAD, armados á la ligera pretendeis cantar la victoria, contra una,re- ligion , que por tantos siglos resiste los ataques del poder, la sabiduría , el artificio y malicia de los. hombres y los demonios, quitaos de ahí, si no quereis pasar por unos locos: que preten” diesen de un soplo derribar las pirámides de Egipto, romper Jos peñascos, y abrirse paso por las escarpadas asperezas de. los Pirineos y los Alpes. Vosotros , amados hijos mios, -no os dejeis. alucinar. por ese aire triunfante y: ese tono firme, que toman los incrédulos pa- ra suplir su falta de ciencia. Al verlos como se glorian de ha- ber sacudido el yugo. de las preocupaciones, como insultan. la fé de los hombres sábios:, y como se rien de la credulidad de los 1 pueblos, erigiéndose en reformadores del género humano,. y 1 decidiendo como árbitros con un-orgullo: insufrible de la verda- pu dera religion, podriais pensar que todo esto era el resultado de un profundo y prolongado estudio;: pero no, hijos mios, nada hay de eso. Se encuentra en ua espiritu un vacio de verdades inmenso, y Son únicamente unos ecos mal formados: de aquellos incrédulos sábios (de quienes bablamos antes), que con el com- pás en la mano han tratado de reducir. al cálenlo.y, á la demos: traccion las ciencias exactas, Son, vuelvo á decir, unos ecos mal formados, que repiten no pocas veces todo lo: contrario que pronunció la primera. voz de. sus maestros. Eslos,. por ejem>- plo, profirieron esta palabra: venite; resonó el. eco: ¿te , y ellos repitieron todo lo contrario'que siguilicaba la voz. Ya lo hemos ¡ visto en el concepto que estos insipientes hau formado del Eyan- (18 gelío,. y el que formaron sus maestros. Estos les dicen; venid; y ellos responden: id; y pasando de boca en boca estas burlas irónicas , estos errores groseros, estas dudas pueriles y. es- tas blasfemias horrorosas, se vá formando el escuadron de los incrédulos nécios., quese afanan por. descubrir algunas. manchas 4 lunares en la superficie dela santa religion, sin haber jamás pe- netradoal fondo, niá la subsistencia, ni á la esencia. Y. cómo po- 4ríamos esperar otra cosa de unos espiritus tan ignorantes? La controyersia es para: ellos un elemento estranjero, en que no pue- den sostenersesun dia solo. Ciertas ráfagas al parecer luminosas, algunos relámpagos momentáneos, varios chistes mañosamente trai- dos ;. este es todo su caudal. Creedme , hijos: este es todo su cau- dal: el que los conoce, no los:teme : el que los descubre, triunfa de ellosy los. deja: confundidos.
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