BCCSAL000549-A-09000000000000
SOBRE LA EXISTENCIA DE DIOS. 5 y amar vuestra bondad. Esto deseo publicar para la mayor honra y gloria vuestra, utilidad de mis prójimos , y mi propia santifi- cacion. : El Espíritu Santo nos dice por su profeta David que el imsi- piente dijo en su corazon , que no habia Dios. Sin duda era un sá- bio segun la carne , á quien sus desórdenes habian infatuado. Sin duda luchaban con todo empeño en su corazon las luces de su ra- zon , y las tinieblas de la incredulidad. Las primeras le mostraban irresistiblemente la existencia de Dios que crió todas las cosas, que las conserva con admirable órden y armonía, que condena todos los vicios, y que ama y premia todas las virtudes. Las segundas pretendian tener imperio en el corazon sin los remordimientos del espíritu. Si las primeras vencian era menester poner freno á las pasiones : si las segundas triunfaban era preciso esclavizar con evidente injusticia las luces de la razon. Esto parecia muy repug- nante, pero es del todo necesario al que pretendiere ser vicioso por sistema. Ved por qué el Espíritu Santo sigue diciendo , que se habian corrompido y hecho abominables en sus estudios. Digit in- sipiens in corde suo: non est Deus... corrupti sunt et abominabules facti sunt in studis suis. Mas há de dos mil y ochocientos años que sucedió lo que os estoy refiriendo, amados cristianos mios, y parece muy estraño que despues de tantos siglos aparezcan en nuestros dias unos hom- bres tan blasfemos en sus palabras , tan corrompidos en sus cos= tumbres , y tan abominables en sus pretensiones , que no ya cumo aquel antiguo insipiente en el secreto de su corazon, sino de viva voz y por escrito se atrevan á proferir que no hay Dios. Tratemos de llenarlos de una saludable confusion con las innegables conse- cuencias , y los horribles pero necesarios resultados de sus prin- cipios , para que humillados y avergonzados á la vista de sus de- lirios , escuchen con atencion las pruebas invencibles que despues les daremos de la existencia de Dios. Buen ánimo; señores, desterrad los vanos temores, abandonad las ridículas ideas que os dieron en la niñez, y que habeis conser- vado toda la vida, llenos de debilidad y supersticion. No HAY DIOS xo mar bios. Nosotros adornados de un saber profundo , de un gé= nio estraordinario , y de un talento delicado y fino, os lo asegura mos. Lo habeis oido? Quereis que lo repita otra vez? Asi habla el ateismo. Sí, señores , lo hemos oido , pero escuchadme tambien vosotros , y oigan mis palabras los cielos y la tierra con cuantas
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz