BCCSAL000549-A-09000000000000
156 CONTRA LAS CAUSAS DE LA INCREDULIDAD. esplicado página por página , espresion por espresion y letra po! letra ? Habeis entonces como ellos descubierto su profundidad ve- nerable ? Habeis penetrado las sombras misteriosas que ocultaban como con un velo sagrado los acontecimientos futuros, la venida y obras del Mesías , el grande misterio de la redencion humana, y toda la economía del cristianismo ? Habeis buscado en el antiguo Testamento las figuras que representan la realidad del nuevo, el cuerpo de aquellas sombras y las sábias razones de la oscuridad de sus oráculos? Habeis acercado alguna vez el antiguo Testamento al nuevo para notar en este las innumerables referencias que tiene con aquel; esplicando el Evangelio por la contínua alegoría que de este hacen los libros de la antigua ley? Podreis vosotros, insensa- tos, desmentir la existencia de Moisés y sus escritos? Por qué mo- numentos alcanzareis este imposible ? Existen algunos en el judais- mo, enel paganismo ó en el cristianismo? Mostradlos, y los exa- minaremos de buena fé. Mil veces habeis pretendido correjir ej Génesis sobre la historia de las primeras edades del mundo: ya presentando la historia de los chinos, ya los mármoles de Arondel, otros documentos de estraordinaria antiguedad; y qué habeis ha- lado? Oscuridad, confusion, y nada en limpio. No seais rebeldes á la luz, insensatos incrédulos. Buscad en todos los libros del mun- do una genealogía de San José y María Santísima, madre de Jesus, tan exacta y verdadera como la de San Mateo hasta Abraham , ó como la de San Lucas hasta Noé, Henós, Seth y Adan, y á su vista sentenciaremos. Yo ciertamente me siento sorprendido y lleno de estupor y pasmo, al leer estas palabras: Qui fuit Henos, qui fuit Seth, qui fuit Adam , qui fuit Dei. No encuentro palabras bastante significativas de mi admiracion y agradecimiento, al considerar á Dios formando el cuerpo de Adan, é inspirando en él con su divino soplo, criarle su alma racional, que presidiese á las aves del cie- lo, /á los peces del mar, á los animales de la tierra, le sirviese, obedeciese y amase, y fuese padre de todos los hombres. Y á la verdad, quién no se asombrará al escuchar que Seth fué hijo de Adan , Henós de Seth, Cainan de Henós, Malaleel de Cainan, Ja- red de Malaleel, Henoch de Jared, Matusalen de Henoch, Lamec de Matusalen y Noé de Lamec, encontrándonos ya con el diluvio universal y con el espacio corrido de mil seiscientos y cincuenta y seis años en solas nueve generaciones? Quién sino Moisés, de quien lo tomaron los evangelistas, hubo en el mundo que nos haya podido dar una idea de los hombres antediluvianos? Cómo pudo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz