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134 SOBRE LA INMORTALIGAD DEL ALMA. ha de tener en su misma naturaleza algunos principios ó constituti— vos opuestos que se combatan y choquen por sus contrarias cuali- dades, las cuales con el uso se van debilitando y disminuyendo sus fuerzas, y al fin llegan á faltar; y como el alma racional es intrin- secamente incapaz de estas cualidades contrarias, repugna á su naturaleza indivisible y simplicísima contener principios epuestos ó constitutivos, que mútuamente se combatan y destruyan. Ella se acuerda de lo pasado: ella reflexiona sobre lo presente y futuro: ella quiere ó no quiere: ella elije libremente estos medios ó los con- trarios, segun que la acomodan. Dónde hallaremos en la natura- leza ó sustancia del alma espiritual é intelectiva principios de cor- rupcion? Y si no los encontramos de parte del cuerpo, ni de parte del alma, los hallaremos de parte de Dios? De ninguna suerte. Dios no destruye sus obras sino despues que han llegado al térmi- no y fin para que las crió; y como el fin. y término para que crió nuestras almas , es para no tenerle : es para que conociendo á Dios obedeciéndole, sirviéndole y amándole mientras vivian en la union con su cuerpo; le viesen, conociesen, amasen y gozasen eterna mente despues de la separacion de su cuerpo, repugna á la jus- ticia y santidad de Dios, que destruya y aniquile la mayor obra de sus manos antes de llegar al fin para que la crió. Qué cosa mas inútil, mas falsa, ni mas absurda que la venida de Dios al mundo para salvar las almas de los hombres , si estas perecen con su cuer- po? La vida de Jesucristo, su pasion, su muerte y resurrección, todo es una fábula, si nuestras almas no son inmortales. Sus mila- gros son fingidos, sus apóstoles unos impostores como él, y su re- ligion es un fantasma : los mártires son unos frenéticos los Sacra- mentos de la Iglesia un embuste; y en suma, si mialma perece para siempre en la muerte de mi cuerpo, toda verdadera religion. se destruye, y hasta el mismo, Dios no existe, Sí, cristianos mios muy amados , hasta este delirio frenético es forzoso llegar con el pen- samiento , si se destruye la inmortalidad de nuestra alma. Dios no sería Dios, si Dios no fuese justo. El entendimiento mas estúpido no.puede concebir á Dios sino como un sér entodo. perfecto. Pues dónde está este Dios justo, que llena de amarguras, de pobreza y trabajos á los virtuosos en esta vida , si no hay. otra despues en que se recompensen las buenas obras? La maldad triunfa , el wi- cioso nada en la opulencia y las delicias. Dónde está la justicia y santidad de Dios , si no.hay otra vida en que aplicarle el merecido castigo ? Dios sin providencia! Dios sin: justicia |. Dios sin san-

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