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132 SOBRE L4 INMORTALIDAD DEL ALMA nuestros tristes dias, cuanto los materialistas se empeñan. en im- pugnarla. Debemos, pues, decirles para evitar toda equivocación, que distinguimos dos suertes de inmortalidad. Una esencial , y na- tural la otra. La: primera, es una necesidad absoluta de existir, nacida de la esencia misma del sugeto en. quien.se. halla, y á quien le repugna esencialmente la no existencia. Esta inmor- talidad se halla en Dios, y solo en Dios, que es: el que es: e que existe por sí mismo, y á quien le repugna esencialmente no existir. La inmortalidad natural es una exijencia de. conservacion perpétua nacida del sugeto en que se halla, que aunque absoluta- mente sea de una naturaleza destructible por el poder del Omnipo- tente que la sacó de la nada, pero no hay causa fuera de Dios ni intríasica ni extrínseca que pueda destruirla. Y esta es la inmor- talidad de nuestras almas. Tambien les debemos decir, que todas las cosas han sido criadas para algun tin: ellas han sido sacadas de la nada por unacausa infinitamente sábia , omnipotente y santa, que todo lo colocó. en el órden, disponiéndolo todo en número, pe- soy medida, no por acaso, por capricho ó entretenimiento, sino para el cumplimiento de su adorable providencia; y siendo el hom- bre la crituara mas perfecta, y á quien. dió el dominio de las aves del cielo, de los peces del mar, de los animales del campo, y de los frutos de la tierra, no era posible que le criase sin algun fin, cuando la tenian todos los otros séres.tan inferiores al hombre..Es imposible que el entendimiento pueda concebir que. el hombre no está destinado para alguna cosa grande, razonable y justa, cuando le-considera criado á la imágen y semejanza de Dios. En efecto, el destino y fin del alma del. hombre, es conocerlo: verdadero, amar lo bueno., animar. y gobernar. su cuerpo. Eo la. muerte pierde su último fin-ó destino, porque deja. y. desamparasu cuerpo con quien vivia ¿pero conserva los otros dos,que,son esenciales é inherentes áv8u'naturaleza y por lo mismo -son.los dos fines principales. Dios esla verdad; debe'el: hombre «conocerla, Dios: es, la,.bondad. por esencia»¡ la: bondad eterna é infinita; debe el hombre amarla, Ved como nos reducimos á los primeros elementos de la; doctrina oris- tiana enseñada. en. nuestros catecismos, cuando en ellos se. nos pre- gunta: para qué fin.fué criado el hombre?.Y respondemos: para conocer y amará Dios en la tierra, y verle y gozarle en el cielo. No:omitamos el recordar á.los materialistas otras verdades que ellos no ignoran y confiesan; conviene á saber , que una cosa pue- de perecer, ó por deseomposicion ó por anonadamiento-ó aniquila-
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