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Y VERDAD DE ¿LOS MILAGROS. 113 gar de su nacimiento ? el tiempo. de su venida? la Madre que habia de tener ?.la vida que habia de:llevar?. los milagros. que- habia de hacer? la pasion: y muerie que habia de sufrir? Qué falta para con- venceros ? No habeis. escuchado su resurrección gloriosa? su en- trada triunfante en el cielo? Ja conversion del gentilismo., la: re- probacion y dispersion de la sinagoga? la fundacion del .cristianis- mo ? Reunan todas sus fuerzas los incrédulos , y luchen desespera” dos contra este batallon invencible: de profecías claras , ciertas» luminosas, literales, irresistible; pero trabajarán en: vano. Sus ojos,, viendo. su claridad, los desmentirán : sus oidos , escuchando su certidumbre, los.confundirán : sus,manos y 'todos «sus sentidos, tocando unos hechos tan públicos, universales y demostrados, triun farán gloriosamente de su incredulidad, Paréceme que los oigo de- cir, que si los cristianos fuéramos tan felices en la. demostracion de la certidumbre de los milagros, como en la yerdad de las profecías. podríamos cantar el triunfo; pero. el mundo se halla;-tan. ilaso en esta parte; son-tantos los disparates y despropósitos que se creen como milagros y se publican como prodigios, que todo buen juicio debe despreciarlos como ilusiones, delirios y supersticiones. Ya entramos en nueva. materia, y. es menester tratarla.con solidez en esta SEGUNDA PARTE. Desde luego convenimos en que la vana credulidad ; la Ssupers- ticion, la ignorancia de las fuerzas de la naturaleza y. el ningun es- tudio de la, santa religion: ha ocasionado, los estravios de la razon, y que no pocas personas gradúen de milagros las. ilusiones, y tal vez los artificiosos.efectos de la astucia y avaricia de los hombres. Hágannos en este particular justicia, los; señores incrédulos, y per suádanse en obsequio de la: verdad.4 que los prelados de la Iglesia católica, apostólica , romana, no aprobamos los errores ; no patro- cinamos los falsos milagros ,-ni permitimos su publicacion; y CUAN? do llegamos á calificar un hecho por verdaderamente milagroso, es despues de repetidos exámenes y multiplicadas demostraciones. de los principios de su autenticidad. Qué digo? Nosotros somos. los 8