BCCSAL000549-A-09000000000000
DE JESUCRISTO. 91 sabio , qué profundo ! Los mayores ingénios se llenan de admira- cion al meditar sus sentencias : él es proporcionado á los talentos mas limitados, y al propio tiempo.es superior á los talentos mas su. blimes. Decid á los incrédulos que se suponen instruidos , habiendo estu_ diado tan poco las bellezas del Evangelio; decidles que los convida- mos á su lectura, humilde', reverente y reflexiva y digannos des- pues, sien los preceptos, consejos, máximas, parábolas , respues_ tas y exhortaciones, que nos escriben los evangelistas de Jesucristo, hallan fausto, vanidad y orgullo? Digannos -, si encuentran afecta” cion en las palabras y figuras de que se sirven, ó adulacion á los desórdenes de las personas á quienes hablan? Digannos, si hay al- guna cosa en todo el Evangelio que no respire sabiduría y santi- dad, y que no muestre los deseos mas vivos de hacer á los hombres felices y virtuosos? Digannos, si alguna vez quieren hablar de buena fé, si pueden imaginarse preceptos mas justos, consejos mas saludables, máximas mas ciertas, parábolas mas instructivas, res- puestas mas exactas y exhortaciones mas enérgicas ? Digannos , sl pudieron ó debieron escribir los evangelistas de otro modo la his- toria de Jesucristo, para darnos los caractéres mas verdaderos de su sabiduría divina? Digannos..... pero ya no exijo de los incrédu* los mas que la solucion á esta pregunta : 6 ellos se engañan ó hos- otros. Aquí no hay medio, tergiversacion ó efugio. Si nosotros nos engañamos en creer al Evangelio y vivir segun sus preceptos y consejos, nada perdemos por haber creido las penas que esperan á los malos despues de la muerte, y los premios que tendrán los buenos en la otra vida. Nada perdemos y ganamos mucho, vivien- do en la tierra alegres , pacíficos, modestos, bienhrechores , puros, veraces y misericordiosos ,; como viven todos los que ohservan- el Evangelio ; y esta vida ni la han tenido ni la tienen los incrédalos. Pero si ellos son los que se engañan , ay, ay:de ellos! Ay de ellos en el tiempo y enla eternidad | Acá son mirados cow horror por to- dos los hombres sensatos y virtuosos; y allá juzgados por la sabida- ría divina, y condenados al infierno por la santidad de Dios. Hemos visto el primer atributo demostrado en el Evangeliv; veamos tam- bien el
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz