BCCSAL000531-F-05000000000000
208 perecer eternamente. Siendo tú ¡oh Dios mio! tan inmuta. ble en tus amenazas , como fiel en tus promesas, me postro en tu real presencia, y adoro tus Soberanas disposiciones funda. das en toda verdad y justicia, y confieso que teniendo, como tienes , un derecho para exigir de nosotros la debida corres- pondencia-, no debe quedar impune el ingrato que se a- parte de tu mesa eucarística, En ella nos ofreces un me- morial eterno de tu redencion y una representacion viva de aquel tu gran sacrificio, y asi
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz