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149 que tienes decretada á los que pelean legítimamente hasta el fin. Concédenos esta gracia que te pedimos por los méritos án= finitos de tu Hijo, y nuestro mediador. AL PREFACIO. Ya se abren los Cielos, y £ nuestro modo de entender se dispone Jesucristo para bajar á las manos de su Ministro: justa, y digna cosa es el que mi corazon se desprenda de todas las cosas de la tierra, y se e- leve á ocuparse de solo las del Cielo, Yo os doy gracias ¡oh | |