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8 ran mas. eficazmente el amor, respeto y reverencia á tan gran Reyna. El gran Padre y Doctor de la Iglesia san Bernardo, á cu= ya pluma se comunicó la dulzu- ra que la Madre de Dios derra- mó en sus purísimos labios, en un sermon sobre este tiesto del Apocalipsi propone á la consi- deracion cristiana estos doce pri- vilegios de María en la forma siguiente, En las cuatro primeras estre- llas considera otras tantas pre- rogativas con que el cielo la dis- tinguió de las demas criaturas que formó la Omnipotencia, 1.* La limpieza de su generacion, 9,* La salutacion Angélica en que se la declaró llena de gracia. 3,* Su fecundidad por la influencia