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| | 40 Primero dia* nuestras acciones. No se puede negar esto., si bien lo considera= mos. Miremnos un pocó ácia atrás, y hagamos esta reflexion : Desde quando comenzamos á vivir reli- giosamente en el claustro , ó en clausura : Y hallarémos, que hasta entonces nos hemos “acordado de A nuestro fin; y á la medida que po+ ql coá.poco:mos hemos apartado de ; este, haido poco á poco faltando-= nos la observancia; .. ""b Digamos pues esto que San Bernardo decia 4 sí mismo': 4d quid venisti? He venido yo' 4 la Re- ligiorr para buscar «la comodidad y satisfacción del cuerpo? Para"ser uo gran Letrado? para procurar= ae me Dign'dades y honores? Ea que | “no; sinopuramente, para servir4 Dios, y eonquistar.la Bienavéntu- ranza«Por.esto he dado repudió al múndo:A qué sirve pues et la Re- ligion: tal ame: co E pensamientos y afeétos, por las va- gatelas de este: miserable nue O | as ¿ DOa o 0 aa a rro a ay yá re a > y A $ e.