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| | a di o E poi ANETO E | E Ñ 1 W Ñ 4 | e Ago = 506 Sobre el propio estado obligacion de obedecer á mis Sij» periores, y no de obedecer á los usos. Si alguno me preguntare que quién me ha enseñado á decir es- to? Responderé que lo he apren- dido en la meditacion de la muer- te, y en la del juicio de Dios, .en el qual mudarán los aspectos todas las cosas , y.yo estaré obli- gado á dar estrechisima cuenta. Esta máxima be aprendido ( no sé de quien) de atender siempre -á portarme como Religioso hon- -raco 3 esto es , á guardarme de -no dar escandalos, hacer bien mi «oficio , y proceder de tal modo, ue en cosa alguna no sea atil= dado , y que en todo tiempo pue- da dar buena razon de mi per- sona. Yo me havia impreso fcrti- sjmamente esta máxima en- tal imanerá, que en nada menos pen- saba que en hacerme Religioso de espiritu en el interior, conten- tandome de ser en lo exterior un: Religioso honrado. Pero ya ,.mi-. ran- Ñ Ni

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