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sr Decimo dia 4 hablar, que á callar: Si por, amor del silencio. te abstienes, no: sólo de palabras ilicitas y ociosas, acordandote, que de toda palabra ociosa se ha de dar cuenta 4 Dios; sino tambien de otras ciertas pa-, labras licitas, persuadido de que no hay palabra tan preciosa, quan= to es precioso las mas veces €l si- lencio. mí : Para no dilatarnos examinate lo quarto, sobre la conformidad con la vol «de Dios, porque esta es la: virtud conque solamente se puede mensurar el adelantamien- to que se hace en la perfeccion, la qual no consiste en los.ayunos ; ni en las mortificaciones , sino en el tener por. norma solo la: voluntad de Dios ; y hasta tanto que no nos despojáremos de nuestra voluntad, someternos á la Divina , po- ams creer, que no hemos hechó enel camino de la santidad cosa: alguna , ni dado un paso en ella. Considera por tanto, si estás con- “Es ten-