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por la tarde. 443 cortés; :como estás obligado á ser locon todos tus próximos. Examinate lo tercero , sobre la virtud del silencio, que consisten reprimir el desmoderado apetito de hablar. Esta virtud es importan- tisima al Religioso ; supuesto que no debe juzgarse capáz de morti= ficacion alguna, el que no sabe mor= tificar su lengua, como lo dice San» tiago por estas palabras :: Que es vana. la Religion del: que no: sabe refrenar, su lengua. Y es verdaderiW sima aquella nuestra máxima'an- - tígua; que puede creerse:ino haga jamás oracion aquel que habla mus cho. Mira por tanto, si observas el silencio en Jos lugaresy tiempos, que prescribe la Religion,contenien- ote, no solo del hablar, sino tam- bien de otro qualquiera estrepito, ruido ó labor de manos, en el -an= dar por los dormitorios, abrir ó cera rar de puertas, que. puede ser de disturbio é inquietud á los demás: «1: Si en otros tiempos eres mas.incli> “El na- O PP

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