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~FLUJO DE LOS PP. GRIEGOS EN LA DOCTRINA DE SAN BUENAVENTURA 571 Y volviendo a nuestra comparación con los PP. Griegos tenemos ' -:.·1e decir : el principio metañsico de la doble difusión no se encue11tra f!l los Griegos, originándose con ello otra nueva grave discrepancia en- ¡ :re ambos sistemas trinitarios. - En primer lugar los mis1nos PP. Grie- g-os se abstuvieron de formular una teoría científica qlle intentase se- 5.alar la razón formal de las procesiones divinas, su número, distinción, etcétera. Los estudiosos de lo griego quieren subsanar este defecto ex– poniendo sistemas que se encuentran germinalmente-según dicen-en los antiguos Padres. El P. De Regnon y Amor Ruibal optan por pre– sentar la primera procesión como réproducción de las perfecciones "fí– sicas" del Padre y la segunda de las "morales". Stolz, tal vez mtás en conformidad con los Padres, se inclina por la trilogía substantia-vir– tus-operatio, que expresaría los tres modos relativos de hallarse todo ser y el mismo Ser divine ('36). En_cualquiera de las dos interpreta– ciones estamos lejos del pensamiento bonaventuriano. Particularmente 1a fórmula "per modum naturae-per modum l iberalitatis" st1pone un concepto metafísico de la libertad que no es posible verlo presentido por los PP. Griegos. 3. Otros aspectos de la doctrina trinitaria La teoría sobre las procesiones es la más propicia a una compara– ción con los griegos. En otros aspectos la comparación o se hace más– complicada, o simplemente es mucho más fácil dar una solución. Señalamos, en primer lugar, la doctrina de las relaciones divinas. Desde que se empezó a exponer cientfficamente el dogma de la Trinidad y a defenderlo de los ataques de los herejes se hizo necesario distinguir -entre lo absoluto y lo relativo en Dios. Pero lo relativo en Dios se ex– presa por los orígenes, por las propiedades, por las relaciones persona– les. Actualmente ya es bien conocida la función que las relaciones ejercen en la constitución de las personas; pero es muy dificil encQntrar una exposición clara en los Padres, porque no estaban propuestos estos pro– blemas. San Agustín mismo no precisa bien la conexión que hay entre persona y relación en Dios (3'7). El problema de la constitución de las personas por los orígenes o por las relaciones es plenamente escolástico y los Padres griegos o latinos hay que colocarlos antes de todo este problema, en el fondo seguro e incuestionable del mismo. Por consiguiente, por parte de los PP. Griegos resulta difícil com– pararlos con San Buenaventura. Pero también lo es por parte del mis- (36) SToLZ, Man1tale Theolog. dogmat., fase. II, pág. 110-111, 1r6. (37) BoIGELOT, R., L e 1not "personne" dans les écrits tr,vnitaitres de S . .Agu.stin, -: ~ ou,ele Revue Theologique'1, 57 (1930) 5-16. [19]