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567 ~ para desarrollar la teología de la primera persona, de la P ater– .éc~.d divina. En efecto, toda la tradición cristiana, en diversas formas favorece t:: concepto de la principalidad del Padre en el seno de la Trinidad. El :----. T. contiene ya bien clara esta orientación sobre la primera perso– _-:a 97) . Todos los Padres antenicenos-orientales y occidentales-man– ~-=e11en constantemente la misma id ea que culmina en el símbolo Nice– LO ~28) . Se hizo clásica esta idea en los siglos mejores de la patrística !.triega y co1no l1na de las característjcas de su teología trinitaria. San Buenaventura pudo leerla en el Ps-Dionisio. Tampoco entre los PP La– :inos poste1·iores se perdió esta idea (29) ; y sobre todo se mantenía ,;iva en la conciencia cristiana a través de la Liturgia oficial. En ella se :11culca la principalidad del Padre desde el momento en que es el tér– mino de la plegaria religiosa y el principio de todo bien que viene desde el Padre, por el I-Iijo en el Espíritu Santo. La piedad :francis– cana ha sido sefialada ta111bién como particularmente dirigida hacia la persona del Padre (30) . Esta principalidad del Padre le parece a San Buenaventura un sólido punto de arranque para explicar las procesiones trinitarias. Porque ha.y lln principio de filosofía que dice: el que es primero por ello mismo se constituye en principio y· fuente en aquella línea de ser en que es prin1er o. L 11 axioma constante en todo el pensamiento reli– gio~ o-fi.lo~ ó:fico de los helenos y que encuentra su cabal desarrollo en Ja ontología neoplatónica. San Buenaventura lo conoció por la lectura directa del libro De Ca,usis, que creyó ser de Aristóteles. Con todos estos elementos revelados y :filosóficos el Doctor seráfico ]lega a exponer st1 teología de la primera persona divina co11 una per– fección y abundancia tal de :formas que nadie podría compararse con él en este aspecto. (27) K. RA.OHNER, " Gott" als erste Trinitii,risohe Person im ne,¡,¿-en T estamen,t, " Zeitschrift fur Katholische Theologie", 66 (1942) 71-88. (28) .J. ÜRTIZ DE URBINA, El Símbolo Niceno, Madrid, 1947, págs. 66-87. (29) Los testimonios de los PP. Griegos pueden verse en cualquiera de los exposito1·es de lo griego ya citados, sobre todo De Regnou y .A.mor Ruibal. - En– tre los Latinos no abandona del todo esta idea S. Agustín. El Seráfico doctor cita De Trinitate, lib. IV, cap. 20, n. 29 (ML. 42, 908). También aduce con toda razón, la autoridad de S. Hilario (cfr. nota 26). Puede verse una indicación y textos e:n P. Sl\fULDER-S, La dootrine trinitaiire de S. Hilarire de Poitiers, Roma, 1944, pá– ginas 209 SS. (30) La Paternidad divina como forma de la espiritualidad franciscana y su jnfluencia en la Teología sistemática ha sido estudiada por W. LA].1:PEN, S. Fran– ciscnts cultor T1·initatis, Archiv. Francisc. Hist., 21 (1928) 451. M. MULLER, Gottes– K inde1· vor .dem Vater. Ihr Werden, ihr Sein, ood Leben,, Freiburg in Br. VIT.US A BAssuir, S . Francisous streniiius Paternitatis d11vinae praeoo, "Tertius Ordo", J (1943), 19-21, 49-53, 96-98. [15] t

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