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AS A Apostólicos y la letra de las leyes y no dándose á partido después de las declaraciones de personajes de la Corte Pontificia, sin presentir que el celo por el cumplimiento de las leyes disciplinares, llevado hasta los límites de la exageración y contra las oficiosas manifestaciones de Roma, que á todo trance ansiaba cegar la fuente de dis- cordias, divisiones y escándalos y evitar el desprestigio, la desestimación y el descrédito de las autoridades legí- timas y el avasallamiento de la humildad y caridad, tenía que ser funesto y había de provocar en plazo no lejano la indignación de Dios; en pos de /as leyes que, capricho- samente interpretadas, ahondan las divisiones y levantan barreras infranqueables, viene el azote, la disolución, los horrores dela inícua, injustísima, bárbara y, sólo en parte, merecida exclaustración, con la cual el Señor buscó nues- tra salud y remedió en el tiempo del cautiverio, muchísi- mosverdaderos israelitas, oran de cara al templo, vuelan á Mesopotamia, Venezuela, Guatemala, y Ecuador, repi- tiéndose escenas de los tiempos apostólicos y aparece el arco iris, brilla el sol de la restauración. Sin percatarnos hemos establecido la división de la crónica y asáltanos el temor de que, másdeuno, expresará su descontento, preguntando ¿Qué linaje de crónica vá á ser esa, que ha de constar únicamente de ocho capítu- los y solo tratará de fundaciones, misiones, estudios, refor- mas, leyes, exclaustraciones, restauración y renacimiento de la Provincia de Castilla? Me pareció mal comenzar la publicación de los Documentos para preparar una crónica auténtica de Castilla, sin anteponer una introducción. Pen- sé hacer un compendio de la misma; y por razones espe- ciales, hube de desistir; quise luego retocar é insertar con orden los apuntes biográficos que tengo, intercalan- do las fundaciones y, los hechos culminantes, para facili- tar la labor histórica de mis sucesores; mas la visita de N. Rmo. P. General y los deberes anejos á mi cargo me obligan á contentarme con un prólogo ó introducción sencilla, donde no puedo patentizar que un Religioso de