BCCSAL000259-B-15000000000000

_ DL baja del púlpito el P. Predicador con el Cruci- fijo en la mano, lo entrega al señor Párroco, y colocándose ambos Misioneros á su derecha é izquierda como al principio, salen de la Iglesia con el pueblo hasta la casa donde se hospedan los Misioneros ó á la plazuela de la Iglesia, si aquella no reune buenas condiciones, y diri- giéndose al pueblo el Misionero principal. hace un brevísimo pero enérgico resumen, como un ramillete, que han de llevar los oyentes á sus casas, para que lo mediten aquella noche, y tomando el Crucifijo bendice á todos diciendo: Benedictio Dei Omnipotentis, Patris, el Filii, et Spiritus Sancti. Amén. ARTÍCULO OCTAVO De las confesiones 91. Para que los adultos, que asisten á la Misión, arreglen mejor sus conciencias, con» viene que, antes de confesarse, oigan las pláti- cas é instrucciones que los Misioneros dirigen á este fin; por lo cual, las confesiones de los adultos no darán principio hasta la tarde del día quinto.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz