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A cesión á la Iglesia, yendo delante de los Pa- dres el que lleva el estandarte de la Divina Pastora. 90. Habiendo llegado á la Iglesia, coloca el Sr. Párroco el Crucifijo sobre el altar, y el es- tandarte de la Divina Pastora al lado del Evan- gelio en lugar visible. Un Sacerdote reza des- pacio el santo rosario, á no ser que uno de los PP. Misioneros quisiera hacerlo por sí mismo, para dar ejemplo y enseñarles el modo de re- zarlo debidamente. Después de la letanía no se rezará ninguna otra devoción, sino sólo tres Avemarías á la Divina Pastora por el feliz éxito de la Misión, entonándose después la Salve po- pular, que deberá cantarse por todo el pueblo. Mientras éste la canta, el P. Misionero encar- gado dela plática reza en la grada del altar ma- yor el Munda cor meum, y subiendo al púlpito permanece arrodillado hasta que el pueblo ter- mine de cantar la Salve. Terminada ésta, se lé- vanta, y sin quitarse el manto, sin texto, y aún sin que preceda Sea para siempre, etc., sesanti- gua, saluda al pueblo y empieza la plática doc- trinal sobre los puntos ya indicados, la cual no debe prolongarse ordinariamente más de trein- ta minutos. A continuación de la plática se canta