BCCSAL000259-B-15000000000000

— 442 — Sangre purisima de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, purificame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh mi buen Jesús! óyeme: Dentro de tus llagas escóndeme: No permitas que jamás me aparte de tí. Del maligno enemigo defiéndeme: En la hora de mi muerte llámame: Y mándame venir á lí: Para que junto con los ángeles y santos, le alabe y te bendiga. Por todos los siglos de los siglos. Amén. Al volver el Misal puedes considerar la admirable conversión de tantos judios y gentiles, que pasarun como tú, de las tinieblas de la muerte á la sagrada luz del evangelio... . Y ¿cómo 0S pagaré, Señor, tan seña- lado beneficio? ¿Qué méritos visteis en mí para dispen- sarme tan inestimable favor? Las últimas oraciones que dice el Sacerdote, repre- sentan las que Jesús dirige al eterno Padre, interce- diendo por nosotros. No nos ha abandonado nuestro amabilísimo Redentor, no; rogando está continuamen- te por nosotros. ¡Ojalá deseásemos nuestra salvación con las veras que él la desea! Ite Missa est. Ya he asistido al santo sacrificio de la Misa. Ya el Hijo de Dios se ha inmolado de nuevo por mi redención. Mas con cuán poca devoción he estado. Perdón, ¡oh Dios mío!; hacedme la gracia de que no os ofenda en este día, y que la bendición que vuestro ministro me da en la tierra, sea ratificada en el juicio final.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz