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IMPORTANTE MANIFIESTO Creemos oportuno transcribir aquí, para consuelo y aliento de muestros Misioneros, los párrafos que hacen á nuestro propósito de un memorial escrito por un célebre Misionero de la Orden en los últimos días de su vida. Dice así: «Fr, Feliciano de Sevilla, el Pecador Capuchino, en la hora de su muerte, á todos mis carísimos Padres y Hermanos, Religiosos Capuchinos de esta Provincia de Capuchinos de Andalucía, Reconociendo ¡oh Padres y Hermanos! que ya se mé llega la hora en que (como todos) tengo de compa- recer á dar cuenta de mi vida en el Tribunal divino, confieso que las carnes se me abren de puro temor y. vergienza, de ver, que habiéndome Dios escogido en- tre tantos millares como hay en el siglo expuestos á tantos y tan manifiestos peligros, y traídome por su misericordia á una Religión tan santa como la nues- tra, de tantos medios para serlo yo, desembarazado de todo cuidado, me hallo en este lance de mi muerte, que después de tantos años de Religión, muero con tanta imperfección y desnudez de virtudes........... Confieso ingénuamente, que aunque reconozco que he tenido muchísimas imperfecciones en mi ejercicio de la Misión, en que me he ocupado cuarenta años de ordinario, y casi continuo, predicando y confesando, y haciendo innumerables confesiones crespísimas, y