BCCSAL000259-B-15000000000000

UE nar debidamente tu cargo y oficio, celando por las almas como ministro de Jesucristo, y lejos de ésto, tal vez ni siquiera te hiciste cargo de lo elevado v delica- do de ta misión, y sólo has pretendido en tus ministe- rios tu vanidad v aplauso. Un seglar, dice San Crisóstomo, tiene que dar cuen- ta en el día del Juicio de sola una alma, cuando mucho de algunas pocas de su familia ó cargo; pero el Sacer- dote, de todo un mundo de almas. Non de vestra tantummodo vita, sed de universo orbe vobis ratio red- denda est. Entonces. dice San Bernardo, clamarán las almas, que por falta de vuestra doctrina y celo perecieron, pidiendo venganza contra los Sacerdotes que se la ne- garon. ¿Qué diréis, añade San Gregorio, cuando, pues- tos en aquel tremendo juicio, os hallareis deficientes? Si apenas se puede dar cuenta de la propia alma ¿qué será, pregunta San Agustin, del Sacerdote á quien le han de pedir cuenta de todas? No os bastará, enseña San Próspero, haber vivido santamente, porque 0s perderéis por causa de aquellos que por vuestro des- cuido se perdieron. Tampoco os valdrá decir, que no quisisteis, por sal- var la de otros, exponer la salvación de la vuestra, porque ésta es precisamente la excusa del siervo pere- zoso condenado en el Evangelio. Non tibi venit in mentem, dice San Agustín, servus ille qui abscondit talentum?... Reprendiendo el Señor al siervo perezoso por su desidia en negociar con el talento recibido, mandó se lo quitasen y se lo dieran á otro, y que el siervo inútil fuese arrojado á las tinieblas exteriores, Ó sea, al fuego del infierno. Tollite itaque ab eo talentum, et date ei, qui habet decem talenta.... et inutilem sev- vum ejicite in tenebras exteriores. (Matth. XXV. 28, 30.) Comentando este texto San Ambrosio, Calimet, Cornelio á Lápide, Tirino y otros, lo aplican puntual- mente á aquellos Sacerdotes, que pudiendo procurar

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz