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VILLANCICO ALA VIRGEN AUSENTE La gruta estaba vacía, poblada de espesas sombras. Aún se puede con la mano palpar del techo la roca. Me temblaba el corazón corno en el árbol la hoja. Por encontrarte en la gruta envuelta en vahos y sombras, por abismarme en tu cara y oír algo de tu boca, hubiera dado la sarngre de mis venas gota a gota. No había nada en la gruta, tan solo humedad y sombras. Faltabas, Madre, y por eso sin Ti la encontré tan sola. ZMa.goza 1.8.1986 9