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— Y = sus hermanas difuntas, encomendándolas á Dios, recordando los buenos ejemplos que les hayan dado, y formando los buenos propósitos que en aquellos momentos sugiere el devoto acto, al cual se dedica. Por esto conviene que las Superioras tengan mucho cuidado de man- tener aseado, recogido y devoto el lugar de la sepultura del Convento. CAPÍTULO HI Refectorio Art. 1.—Distribución material del refectorio 229. Enlosrefectorios ha de reinar la mayor limpieza posible, y han de tener todo lo necesa- rio para el servicio á que están destinados. 230. En la testera ha de haber, en cuanto sea posible, el cuadro de la cena ó un devoto Crucifijo, con una pequeña imagen de María Santísima, para dirigirse á ella en las numero- sas ocasiones en que se reza el Ave María en el refectorio. A un lado del cuadro de la Cena, haya también la imagen de N. P. San Francisco, y al otro la de N. M. Santa Clara. En las otras pare- des se colocan cuadros de regular dimensión, sea al óleo, sea en oleografía, que representen principalmente Santos ó Santas de la Orden. 231. Las mesas han de ser sencillas, y si es posible de nogal ú otras maderas oscuras que conservan la limpieza y permanecen siempre decentes; mas, en caso de no poderlas tener, pueden ser también de madera inferior, y en es- te caso deben pintarse de modo que siempre aparezcan limpias y aseadas, como si fueran de nogal ó madera semejante. Para sentarse se colocan simples bancos,