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E E les y escójanse las más propias y devotas v. 8. las de nuestro Beato Diego de Cádiz. Para que las imágenes no se malogren con la intemperie, deben barnizarse bien Óó ponerse con cristales, principalmente cuando son de algún mérito; no se admitan marcos dorados y de lujo, pero pue- den ser pintados de un modo modesto y sufi- ciente que haga resaltar el fondo del cua dro. 205. La parte del Convento que parezca más retirada y conveniente, se destina exclusivamen- te para Noviciado, con su devoto oratorio, sala de labores, celdas, puerta de clausura con cam- panilla, etc. 206. En todos los Conventos, en cuanto sea posible, haya una sala de lavatorio con buen depósito de agua, palanganas y jabón, para uso de todas las religiosas, principalmente entre día, y haya dos ó más lienzos colgados para en- jugarse. 207. La puerta principal de los excusados sea señalada con el número 0, sin ninguna ins- cripción ni imagen. Cada excusado tenga su puerta para mayor decencia. Haya un depósito de agua bastante, á lo menos para el consumo dia- rio, con las escobillas, y procuren todas la mayor curiosidad y limpieza. Se advierte que andando por los excusados nadie saluda ni es saludada, aunque sea Superiora, y se guarda silencio. enn CAPÍTULO II Lugares sagrados Art. 1."—Iglesia 208. Todas nuestras Iglesias, aunque pobres como conviene á nuestra profesión, han de ser construidas y arregladas de modo que por su

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