BCCPAM00R02b-5-22000000000000
E, po deben guardar perfecto silencio aunque sea en la huerta, á la cual, en cuanto sea posible, prin- cipalmente las jóvenes, procuren no ir más de una vez al día: pero todas ocúpense en santas obras, exámenes, lecturas, Vía-Crucis, etc., se- gún la devoción de cada una, para que de este modo sea más provechoso el fruto de los actos comunes. 178. En los Ejercicios privados para Profe- siones, etc., procuren, con el consejo del P. Di- rector, servirse de los libros más á propósito para ello, prefiriendo en cuanto sea posible los autores de la Orden Seráfica. 179. Durante los Ejercicios la M. Abadesa, para mejor cuidar del recogimiento de sus súb- ditas, procurará que no se lea revista alguna, y en cúanto á las cartas, no entregue las que le parezca que no tienen urgencia, y todas eviten correspondencia epistolar en estos días, á no haber una grave necesidad. 180. Después de los Ejercicios, la M. Abade- sa ha de visitar á cada religiosa en su celda, para el acto del desapropio, que deben procurar hacer con verdadero espíritu interior. La reli- giosa habrá mirado y examinado muy bien todas las cosas que tiene para su uso particular, con el fin de ver si algo le sobra,ó si tiene algún apeguillo, que á veces sin sentir se toma, sea á un libro, estampa ó cosa semejante. Cuando llega la Madre, le manifestará con humilde sin- ceridad cuanto tiene, abriendo el cajón, la ces- ta, etc., y le dira: Madre, yo me desapropio de cuanto está á mi uso dentro y fuera de la celda, y lo pongo todo d disposición de V. R.; en particular estO..... (si es que tiene algo) d que parece tengo inclinación. La Madre admitirá el desapropio, se enterará si le falta algo y le dará su licencia para usarlo. Entonces la religiosa, besando en tierra, dirá: Sea por amor de Dios y pedirá la bendición,
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz