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5 a 7 dá eran tales sus afectos y ternuras con el Niño Dios, que se extasiaban de puro amor y gozo. Deben, pues, en estas recreaciones rebosar de santa alegría expresada en cánticos, versos, músicas, recitaciones poéticas y hasta represen- taciones piadosas de los Misterios y otras cosas devotas; teniendo en cuenta lo que sobre este particular queda advertido en el cap. Il, art. 7, para evitar cosas, que pueden de algún modo desedificar. Sin embargo hay que advertir res- pecto de los bailes, que lo que allí se prohibe son los bailes mundanos, es decir, aquellos que en la forma ó modo se asemejan á los del mun- do, como agarrarse, dar vueltas y otras cosas semejantes; pero los bailes que se usan en- tre las Capuchinas, son semejantes á los del Santo Rey David, cuando la fuerza de espíritu le hacía danzar delante del Arca. Son bailes hasta venerables por su antigúedad, instituídos por las santas Fundadoras y dignos de que se con- serven, procurando empero que en ellos no se introduzca nada que desdiga de la inocencia, candor y espíritu seráfico que los anima. 167. Durante estas recreaciones se coloca en medio del refectorio una mesita cubierta con un tapete y adornada con flores, y sobre ella se po- ne una imagen del Niño Jesús. Se dispensa el silencio á la hora de comer el día de Navidad, Año Nuevo y Santos Reyes, y el día y octava de los Santos Inocentes. Estos dos últimos días, únicos en el año, se dispensa también en el des- ayuno y en la cena ó colación. 168. El día último del año, por la noche, en la recreación del Belén, se hace la distribución de Santos Patronos en la forma siguiente: La re- ligiosa encargada de ello, dispone con tiempo las cédulas según el número de las hermanas. Pondrá en cada una un Santo y una Santa ó al- gún misterio especial de Ntra. Sra., una virtud que más E una necesidad espiritual común, por la cual deba cada una rogar. Al pie

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