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a fin, después de las Letanias de los Santos, se canta el Veni Creator y el Sub tuum presidium, con los versículos Emilte Spiritum y Post par- tum Virgo inviolata permansisti y las oraciones correspondientes. Y todas procuren en aquella meditación re- novar los sentimientos de fervor y santos deseos de perfección, preparándose para hacer con mu- cho espiritu el acto siguiente: 123. A las nueve, reunida la Comunid+*d en la sala donde está el Belén (véase más adelante número 159), se hace con mucha solemnidad la Renovación de votos. Cada Religiosa repite la fór- mula á los pies del Divino Niño Jesús, estando todas arrodilladas, con velas encendidas y los velos de comulgar. Terminado el acto, se canta el Te Deum. Después se hace una festiva proce- sión con el Divino Niño, cantándole villancicos con instrumentos músicos, y por último se feli- citan mutuamente con un abrazo la entrada del nuevo año. 124, EPIFANÍA.—Este día celebérrimo en to- do el orbe católico, es también de especial rego- cijo para nuestra Orden, por ser el Aniversario de la solemne Consagración de toda la Religión Capuchina al Sagrado Corazón de Jesús, la cual se renueva con la mayor solemnidad posible, según nuestro estado, en la forma prescrita por el Ceremonial (núm. 394). 125. Por la noche, como es la última recrea- ción de Navidad, al terminarla se piden perdón mutuamente todas las religiosas, y se hace el tierno y devoto acto de la adoración al Divino Niño Jesús, llevándole después del Belén, con festiva procesión. 126. SANTÍSIMO NOMBRE DE JEsús.—No olvi- den las religiosas que esta fiesta es una de las más propias de la Orden Seráfica, por haber sido instituida por el celo de los hijos de N. P. San Francisco. Procuren por lo tanto celebrar las grandezas del dulcísimo Nombre y pidan con ar-