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ningún tiempo se puede hablar en el claustro y dormitorios, según la Regla y Constituciones, así, según el Manual Seráfico, nunca se debe hablar andando por los pasillos, escaleras y cuadrados, ni mucho menos pararse unas con otras hablando y riendo en voz alta; porque to- do esto es contra la gravedad religiosa, y en to- dos esos lugares sólo ha de hablarse lo preciso y en voz baja, aunque sea recreo. 104. . RECREACIONES DE 1.* CLASE.—En las so- lemnidades de la Inmaculada Concepción, pri- mer día de Pascua de Resurrección, Ascensión, Pentecostés, Visitación, Asunción y Natividad de la Virgen Santísima; en las de Nuestro Padre San Francisco y Nuestra Madre Santa Clara, asi como el día de San Juan Bautista, de Ntra. Se- ñora del Pilar, Patrona de Aragón, y en los días de entráticos y profesiones simples y solemnes, al mediodía, en el refectorio, después de leído el Santo Evangelio del dia en castellano, la Supe- riora dice: Benedicamus Dómino. Todas contes- tan: Deo gratias, y se dispensa el silencio (1). Después de las gracias y visita al Santísimo, hasta la una que entra el riguroso silencio, y el rato de la tarde, en dichos días, se puede hablar sin estar de rodillas del modo que se ha expre- sado en los números anteriores. Ademés, para que quede un rato de recreación antes ó des- pués de la cena, y si puede ser en la huerta, se, abrevia el Coro de la tarde, haciendo sólo media hora de oración, en la hora ó tiempo que dis- ponga la M. Abadesa, atendida la estación y otras circunstancias. Por ejemplo, en el rigor del verano, se puede tener Completas á las cinco, meditación hasta las seis, cenar y después á la huerta hasta las (1) Estas recreaciones de hablar en el refectorio, se han in- troducido por asimilarnos á la Orden y porque respiran fraterni- dad y espíritu seráfico; en cambio se han suprimido otras que eran de mayor distracción,
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