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— 359— OREMUS Deus, cujus misericordiae non est númerus, et bonitatis infinitus est thesaurus: piisimae Ma- jestati tuae pro collatis donis gratias agimus, tuam semper clementiam exorantes; ut qui pe- tentibus postulata concedis, cosdem non dese- rens, ad praemia futura disponas. Deus, qui corda fidelivum sancti spiritus illus- tratione docuisti; da nobis in codem spiritu rec- a sapere, et de ejus semper consolatione gau- ere. , Concede nos famulos tuos, quaesumus Dó- mine Deus, perpetua mentis el corporis sanitale gaudere: et gloriosa bealae Mariae semper Vir- ginis intercessione, á praesenti liberari tristitia, et aeterna perfrui laetitia. Actiones nostras, quaesumus Dómine, aspi- rando praeveni, et adjuvando prosequere: ul cuncta nostra oratio, atque visitatio á te semper incipiat, et per te caepta finiatur. Per Christum Dóminum nostrum. R). Amén. 410. El Prelado se sienta, las religiosas se arrodillan cara á cara, y principiando la M. Aba- desa y M. Vicaria, irán pasando de dos en dos á darle la obediencia besándole el Anillo. Las que van á pasar, deben unirse en el centro y las otras, al levantarse, sepárense á los lados para que no se tropiecen, y antes de volverse, le ha- rán al Prelado una inclinación casi profunda, procurando hacerlo todo con mucho orden y uniformidad. - 411. Terminado esto, si el Prelado quiere decirles algo, le oirán de rodillas; si les manda sentarse, lo harán en los bancos con mucha mo- destia, y si principia luego á examinar las cosas, le llevarán lo primero á la grada, confesonarios, etcétera etc. Entre tanto se retiran todas las re- ligiosas, menos las Superioras y discretas que son las únicas que deben acompañar al Prelado,