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— 351— tra Orden al Sacratísimo Corazón de Jesús, á fin de que nuestra familia sea libre de. los peligros todos nos hagamos más dignos de las prome- sas de la B. Margarita Alacoque, hechas á favor de los Sacerdotes y de las Comunidades, para restituír el celo eficaz y establecer y conservar la observancia regular. 396. Con sumo acierto se ha unido también á esta solemne consagración la renovación de la profesión, de tal modo, que ambas funciones constituyan una sola. Débense observar las cosas siguientes: 397. El día 6 de Enero, después de la Misa conventual, ó en otra hora más oportuna, Ex- puesto (si puede ser) el Ssmo. Sacramento, es- tando arrodilladas y con velas encendidas en las manos, la Superiora ó la Religiosa para ello de- signada, recitará en voz clara 6 inteligible el si- guiente ACTO DE CONSAGRACIÓN Heme aquí, oh divino Corazón de mi Jesús, que real y verdaderamente Os halláis presente en este augusto Sacramento del Altar, y donde coros angélicos de Querubines y Serafines, reco- nociéndoos por su criador y Glorificador, no Ce- san de aclamaros Santo, Santo, Santo. También yo en unión con ellos os alabo y adoro como á mi Redentor, mi Padre y Esposo cariñoso de mi alma, que á costa de vuestra san- gre la habéis redimido. ¡Oh, Dios de inmensa bondad! ¿Quién es el hombre, para que tan en- trañablemente le améis, y estéis pensando en él desde la eternidad? Por el hombre bajásteis del del Cielo á la tierra; por el hombre tomásteis nuestra carne y cargásteis con nuestras mise- rias, excepto el pecado; por él sufrísteis impro- perios, heridas y tormentos los más atroces; por él, en fin, obedecísteis hasta la muerte, y muerte de cruz. Pero no le bastaba esto á vuestro Cora-

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