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RR LINES O que en la culpa ú otro acto público, una religio- sa acuse á otra, sino que cada una, juzgándose y menospreciándose á sí misma, respete y ame á su hermana. 58. Por tanto en escuchar la culpa la Prela- da ha de ser recta, prudente, humilde y caritati- va: Recta, para no dejarse llevar de alguna pa- sión, y así jamás reprenda estando enojada, porque no parezca venganza. Prudente, evitando lo severo, para no hacer odiosa la reprensión, distinguiendo bien el mayor del menor defecto en las reprensiones, y tratando con más decoro á las Madres antiguas que á las nuevas. Humil- de, atribuyendo los defectos de sus súbditas á su propia imperfección y tibieza de vida. Nunca vitupere la persona, sacando algún defecto natu- ral ó temporal de la religiosa, que es vicio ajeno de una sierva de Dios; destruye y no edifica, pro- vocando á ira en lugar de enmendarla. Ha de ser caritativa para solicitar la enmienda, para reprender en común el defecto oculto, que ese respeto guardó Cristo Señor Nuestro aun con el desventurado Judas, excusándole la vergúenza entre los condiscípulos. 59. En los lunes y miércoles, se escucha la culpa en el refectorio del modo siguiente: Reza- do el De profundis, la M. Abadesa se levanta y da con la mano un golpecito sobre la mesa, co- mo señal quees día de culpa. La hermana lega mas jóven de hábito, empieza diciendo: Madre, digo mi culpa, que soy mala religiosa, pogo aten- ta á mis obligaciones é inmortificada, y en parti- cular me acuso de... Aquí se acusa de algunas faltas de disciplina exterior, que no puedan cau- sar infamia, como v. g. de haber llegado tarde al Coro, de haber faltado al silencio, de haber roto un plato, etc. 60. Todaslas religiosas se inclinan profun- damente al empezar su culpa la más jóven, uniéndose interiormente á aquel acto de humil- dad, pero al llegar la joven á las palabras: y
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